Y no es cuestión de dejar pasar el verano para “antojarnos” en invierno con este sabroso americano. Así nomás, cuando el grano está tiernito, resultan excelentes untados con manteca, sazonados con sal y albahaca y asados a la parrilla, bien envueltos en papel manteca o de aluminio. Yo los dejo 5 minutos de cada lado y luego los desenvuelvo para que los granitos se tuesten un poco. Pero si quiere trabajar un poco más (¡eh, tanto no!...) aquí le ofrezco dos recetas muy fáciles:
- Panqueques de choclo
1) Mezcle 1 taza de choclos rallados con 2 cucharaditas de harina, 2 yemas y 2 claras batidas a nieve.
2) Sazone con sal y pimienta a gusto.
3) Así las cosas – sin ninguna cocción previa – fría los panqueques como de costumbre. Eso sí: como son muy tiernos, trate de hacerlos chicos; y, para darlos vuelta, utilice una espátula.
4) Puede servirlos así nomás, como guarnición de carne o aves asadas; o con el relleno que pueda o quiera, apilado en el centro, sin enrollarlos: ¿gambas al ajillo? ¿picadillo común? ¿queso criollo con picante?... Lo importante es que no pierda la oportunidad de hacerlos y probarlos. Recuerde lo que decía Oscar Wilde: “El remedio para librarse de una tentación; sucumbir a ella. Si resistís, vuestra alma enfermara de deseo…” ¡Glup!
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