Esas galletitas con crema de limón en el centro, bañadas con chocolate (“Tita”… ¡bah!) ¿Sabe una cosa? Las imité… ¡y salieron de ricas! (“La imitación es la más sincera forma de adulación” Colton). Haga una pasta con 50 gramos de manteca, 4 cucharadas de azúcar, ralladura de 1 limón y 1 huevo. Y luego agréguele maicena más 1 cucharadita de polvo para hornear hasta obtener una masa que se pueda estirar. Corte en cuadraditos, séquelos en el horno, levántelos cuidadosamente con espátula mientras la placa esta caliente; y, una vez fríos, únalos de a dos con glasé real espesísimo, bien ácido, suavizado con manteca. Después báñelos con chocolate cobertura y enfríelos en la heladera.
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