¿Sabía que en la cocina también hay fórmulas que se abrazan unas a otras a tal punto que no pueden imaginarse de otro modo? ¿Qué sería del "Beef Strogonoff" sin el arroz y la crema?
¿Cómo? ¿Qué todavía no ensayó esta delicia de la cocina rusa? Enseguida le cuento la última versión que saboreé en Villa Gessell. Quítele la grasa y nervios a un kilo de lomo, córtelo en cubitos, sazónelos con sal y bastante pimienta y dórelos en 100 gramos de manteca. Cuando estén dorados, agregue en la sartén 1 lata grande con champignons escurridos y cortados en láminas, y saltee unos instantes. Entonces escurra todo en otra fuente (carne y champignons) y agregue en la sartén 1 cucharada con harina. Mezcle bien para formar el "roux". Entonces mézclele 1 pote con crema de leche y sazone con abundante páprika picante. Recuerde que un buen "beef Strogonoff" debe dejarla con la boca abierta así de grande... Una vez bien mezclado, agréguele la carne con champignons, deje cocinar despacito 5 minutos más y sirva de la siguiente manera: en cada plato, una corona de arroz blanco al dente, bien sazonado con sal y manteca; en el centro, una buena porción de carne y salsa bien picante; y sobre ésta, un chorro generoso de crema de leche espesa. "La obra del escritor termina en el mismo momento en que termina de escribir la última palabra" (PIRANDELLO). ¡Glup!
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