Por lo general las recetas de tortas de coco que andan sueltas por el mundo (menos las mías… ¡ejem!) son más pesadas que un teleteatro importado. Estas masitas, en cambio, son tan livianitas que le recomiendo hacerlas directamente en pirotines para que no se le escapen del molde… “Exagerar no es mentir, porque es una modalidad de la fantasía” (Antonio Machado).
1) Ponga en la batidora 4 huevos, 4 cucharadas gordas de azúcar, 1 cucharada sopera de esencia de vainilla (o menos, si no le alcanza…) ¡y basta!
2) Bata a toda maquina hasta que el batido aumente el doble (o mas) y espese hasta alcanzar el “punto letra” (¡pregúntele a su abuela!)
3) Deje de batir y mézclele suavemente 50 gramos de coco rallado y 2 cucharadas gordas de harina común.
4) Distribuya la pasta en pirotines grandes enmantecados, pero llénelos solo hasta la mitad. Póngalos en una placa.
5) Cocínelos en horno moderado hasta que estén doraditos. Retire y enfríe (no les quite el papel).
6) Sáqueles a cada uno una tapita con un cortapastas, rellene el hueco con un copo de dulce de leche de repostería y vuelva a ponerles el sombrerito que les saco (pero sin hundirlo así se ve el dulce).
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