¿Aterrizamos ahora en la cocina, así le cuento las últimas “supremas de pollo” que hicimos en Ranelagh? Sazónelas con sal y pimienta, cocínelas en suficiente manteca y colóquelas en cuadrados de papel aluminio (o manteca) bien enmantecados. Píntelas con manteca, adhiérales una capa gruesita de nueces licuadas y, sobre esto, una capa de queso de maquina, otra de jamón cocido y otra de morrón asado y pelado. Envuelva cada suprema en su papel y, antes de cerrarlos totalmente, vierta dentro de ellos 2 ó 3 cucharaditas de caldo. Cuando se le ocurra, caliéntelos en la parrilla eléctrica, dándolos vuelta una vez y sírvalas en su mismo envoltorio, junto con una buena copa (botella ¡bah…!) de Chardonnay de Navarro Correas bien frío. ¿Qué pasa? “No hay pecado que no tenga colaboración” (Crane) ¡Hic!
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