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martes, 28 de julio de 2015

Supremas al whisky

 

 

La fórmula que hoy le propongo es una buena alternativa para cambiarles la cara a las pechugas de siempre. Con un buen toque de whisky y una colorida guarnición, son ideales para servir en una reunión de amigos o para sorprender a los comensales habituales. ¡Riquísimas!

 

 

Lo que llevan

supremas de pollo, sin piel ni indeseables, 6

sal y pimienta, A GUSTO

harina, PARA REBOZAR

manteca, 50 GRAMOS

aceite, 2 CUCHARADAS

whisky, 2 MEDIDAS

champiñones al natural, 1 FRASCO MEDIANO

crema de leche, 150 CC

fécula de maíz, 1 CUCHARADITA (OPTATIVO)

La guarnición

arvejas congeladas y bastones de zanahoria hervidos y sazonados a gusto con manteca, sal y pimienta de molinillo. CANTIDAD NECESARIA







1 Quíteles a las supremas de pollo las "pechuguitas colgantes" (usted me entiende, ese excedente de carne que impide que tengan buena forma). Si las supremas fueran muy gruesas, divídalas por la mitad a lo largo. Lávelas bajo la canilla, séquelas con un lienzo limpio y sazónelas a gusto con sal y pimienta de molinillo. Rebócelas de ambos lados con harina.




2 Coloque en una sartén 25 gramos de manteca. Agréguele el aceite y coloque sobre el fuego hasta que la manteca se derrita; de esta manera la materia grasa se vuelve más resistente al calor. Dore en esta mezcla las pechugas, dándolas vuelta una vez para que tomen un color parejo. Cuando estén listas, escúrralas en una fuente y reserve, pero no lave la sartén...



 

3 Agregue en la misma sartén los 25 gramos de manteca restante y llévela al fuego para que se derrita, mientras va raspando el fondo de cocción con una cuchara de madera. Vuelva a incorporar las supremas en la sartén. Rocíelas con el whisky, esconda la panza y arrímeles un fósforo para provocar un "mini-incendio"... Déjelas arder unos segundos.



 

4 Apague el incendio agregando en la sartén los champiñones con todo su líquido. Mezcle y deje hervir hasta que la salsa se reduzca un poco. Recién entonces incorpore la crema de leche y rectifique el sazonamiento con sal y pimienta de molinillo. Si la salsa estuviera muy líquida, espésela con un poco de fécula previamente diluida en apenitas de agua fría.



 

5 Hierva por separado las arvejas congeladas y los bastoncitos de zanahoria, en abundante agua sazonada con sal. Escúrralos también por separado y sazone ambos ingredientes con un trozo de manteca, sal y pimienta de molinillo. Acompañe las supremas con toda su salsa, los champiñones, una cucharada de arvejas y otra de bastoncitos de zanahoria.



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