Mezcle 5 yemas con 160 gramos de azúcar y 250g de coco rallado, déle color bien amarillito con unas gotas de colorante, forme con esto conitos y déles un golpe de horno requetecaliente como para que queden duritos por fuera y húmedos por dentro.
Resultado: ¡más ricos que si los hubiera comprado en la Costa Atlántica!
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