Un plato especial con carne picada
A veces nos vemos obligadas a cocinar sin desviar la vista de nuestro monedero. Es entonces cuando nuestra fantasía se enciende y sacamos de la nada un mundo. Bueno… ¡bah! En este caso, ¡un matambre así de grande, hecho tan sólo con 3 tazas y media de carne picada! ¿Qué dice? ¿Que esto es un “rollo” y no otra cosa? “hacemos lo que nos obliga a hacer la necesidad y a eso le damos bellos nombres”… ¡Le juro que lo dijo Emerson!... ¡Glup!
- Mezcle 1 taza de carne de cerdo picada y sin nada de grasa (4 costillitas… ¡bah!), 2 y ½ tazas de nalga picada (también desgrasada), 2 cebollas picadísimas y rehogadas en 2 cucharadas de manteca o margarina, 1 cucharada de perejil picadito, 50 gramos de queso rallado, 4 dientes de ajo triturados y 2 claras sin batir.
- Sazone la mezcla con sal, pimienta y nuez moscada.
- Mézclela con las manos (¡ajjj!) hasta que todos los ingredientes estén bien distribuidos.
- Aparte, lave 3 atados de espinacas y cocínelas con el mínimo posible de agua. Escúrralas, exprímalas con todas sus fuerzas (llame a su suegra, si hiciera falta…) y píquelas finamente.
- Ponga la espinaca picada en un bol y mézclele 2 cucharadas de hongos secos remojados en agua tibia, escurridos y picaditos, 50 gramos de queso rallado y 1 cebollita picada y rehogada. Sazone con sal, pimienta y nuez moscada.
ARMADO Y COCCION
- Extienda un papel sobre la mesa y espolvoréelo con pan rallado.
- Vuelque en el centro la pasta de carne y, cuidadosamente, aplástela con una espátula humedecida en agua (para que no se pegotee) dándole forma rectangular y un espesor de 2 cm. (Emparéjele los bordes con unos buenos cachetazos…).
- Vierta la preparación de espinacas en el centro de la carne y extiéndala en forma pareja. (Yo, para enriquecerlo más, cubrí las espinacas con tiras de morrones al natural: ¡una latita, nomás!).
- Espolvoree todo con 1 cucharada de gelatina en polvo sin sabor.
- Enrolle la carne por el lado mas largo, ayudándose con el papel como si armara un “Strudel”…
- Deslice el arrollado gigante sobre una placa para horno bien aceitada. Rocíe el rollo con aceite y cocínelo en horno caliente una hora o hasta que esté bien doradito.
- Sírvalo caliente, con salsa de tomates, papas fritas, puré… ¡o lo que quiera! O sírvalo frío, con mayonesa o ensalada.
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