Quiero contarle que me pasaron una receta fabulosa de origen alemán: “arrolladitos Elisa”. ¿Lista? Haga fermentar 30 gramos de levadura prensada en ¾ de taza de leche tibia, junto con un poquitito de azúcar y 1 cucharada de harina. Haga entonces una masa tierna con esta levadura fermentada, más: 100 gramos de manteca blanda, 2 huevos, 3 cucharadas de azúcar, la ralladura de 1 limón, un poco de esencia de vainilla, y, aproximadamente, 300 gramos de harina. Coloque la masa en un bol, tápela y déjela leudar en sitio tibio. Entonces estírela por partes, dejándola finita, córtela en pequeños rectángulos, coloque en el borde una porción del dulce o relleno que más le guste (yo usé 250 gramos de nueces molidas y mezcladas con 100 gramos de azúcar y 1 clara), arróllelos, colóquelos en placas enmantecadas, tápelos y déjelos leudar.
Final feliz: píntelos con yema diluida y cocínelos en horno caliente, hasta que estén apenas dorados. ¡La masa es bárbara para hacer con ella cualquier otra fantasía! ¿Vio que para algo sirve ser charlatana? ¡Glup!
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