¿Usted cree en los cuentos de hadas? Entonces, inventemos
uno…
“Había una vez una señora que compró galletitas tipo
“agua” y la sorprendió una gran lluvia y cuando llegó a su casa se encontró con
que todas las galletitas estaban empapadas. Entonces se puso a llorar hasta que
apareció un hada, quien, tomando una receta mágica (era un hada cocinera, por eso
no usaba varita) las transformó en unos bocados crocantes deliciosos”…
¿Qué no? Acomode en una asadera – sin encimar – esas
galletitas tipo agua que siempre hay en casa (cuadradas o redondas, con sal o
sin sal, con 27 agujeritos o 6) y cúbralas con agua helada. Déjelas así 10
minutos: se pondrán horriblemente blanditas. Ahora escúrralas cuidadosamente
una por una con una espátula y acomódelas – sin encimar – sobre una placa de
horno enmantecada. Acto seguido pínteles la superficie con manteca derretida,
espolvoréelas con queso rallado y métalas en horno fuerte 10 minutos.
Finalmente gradúe la temperatura al mínimo y olvídese de ellas hasta que estén
suavemente doradas, hinchaditas y crocantes. Sorprendente… ¿verdad? “Natural cosa es que nos causen más admiración
las cosas nuevas que las grandes” (SENECA).
No hay comentarios:
Publicar un comentario