Apto
para friolentos
Un
guiso clásico de inmigrantes que llegaron el siglo pasado a estas tierras.
Ingredientes
Aceite, c/n
Cebollas grandes picadas, 2
Dientes de ajo picados, 4
Panceta salada, ¼ kg
Zanahorias, 3
Puerros, 3
Repollo en juliana, 1
Blanco de apio, 1
Caldo de verduras, c/n
Mondongo, 1 y ½ kg
Extracto de tomates, 1 cda.
Porotos de manteca, ¼ kg
Garbanzos cocidos, ¼ kg
Chorizo colorado cortado, 1
Papas cortadas en cubitos, 1 kg
Zapallo cortado en cubitos, ¼ kg
Pimentón, 1 cucharadita
Ají molido, 1 cucharadita
Orégano, 1 cucharadita
Sal y pimienta, a gusto
Preparación
1. Vierta aceite en una cacerola grande donde quepan todos los
ingredientes mencionados, hasta cubrir el fondo con un espesor de 2 mm. Lleve
al fuego hasta que el aceite esté bien caliente. Rehogue la cebolla y el ajo en
el aceite. Agregue la panceta (si es salada, lávela bien antes de incorporarla)
sin el cuerito y cortada en tiras gruesitas. Puede usar panceta ahumada si lo
prefiere. Saltee unos instantes.
2. Incorpore las zanahorias previamente cortadas en juliana (o en
rodajitas), los puerros picado grueso, el repollo en juliana y el blanco de
apio muy picadito. Rehogue unos instantes. Cubra todo con suficiente caldo como
para que las verduras no asomen la nariz. Agregue el mondongo que ya habrá
cocido y cortado en tiritas, el extracto de tomates disuelto en una taza de
caldo, los porotos y los garbanzos ya cocidos y el chorizo colorado cortado en
rodajas (o los chorizos, si prefiere añadir 2 en vez de 1).
3. Deje hervir despacio, agregando chorritos de caldo si fuese
necesario hasta que el repollo y el mondongo estén bien blanditos. Incorpore
entonces las papas y el zapallo y, si hiciera falta, un poco más de caldo para
que las verduras se cocinen. Hierva despacio hasta que las papas estén tiernas
y la salsa espesa. Agregue el pimentón, el ají molido y el orégano. Pruebe el
sazonamiento y agregue sal y pimienta si hiciera falta.
4. Sirva bien caliente en cazuelitas para que el guiso mantenga la
temperatura. Por las dudas, ofrezca queso aparte ya que muchos consideran a
este plato una “sopa seca”.
Dificultad:
Hay
que limpiar bien el mondongo raspándolo y quitándole los indeseables.
Tip:
Para
“enriquecer” el guiso (y si consigue) puede hervir cuajo y librillo junto con
el mondongo.
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