Esta es una de esas recetas ideales para enriquecer el desayuno a lo largo de la semana (¡sale un pan así de grande!!!). Su miga —húmeda y deliciosa— le asegurará una buena provisión diaria. Pero también es una buena ocasión para lucirse con amigos si los invita a la hora del té.
Lo que lleva
Varios
PASO 1 (1 MINUTO)
Ponga en un bol los 50 gramos de manteca blanda (recuerde retirarla de la heladera por lo menos una hora antes). Agréguele el azúcar molida y el azúcar negra. Bata con todas sus fuerzas y con la esperanza de obtener una crema (puede utilizar la batidora eléctrica). Pero no llore con desconsuelo al no lograrlo... ¡Adelante y con paso de vencedores!
Ponga en un bol los 50 gramos de manteca blanda (recuerde retirarla de la heladera por lo menos una hora antes). Agréguele el azúcar molida y el azúcar negra. Bata con todas sus fuerzas y con la esperanza de obtener una crema (puede utilizar la batidora eléctrica). Pero no llore con desconsuelo al no lograrlo... ¡Adelante y con paso de vencedores!
PASO 2 (4 MINUTOS)
Agregue las dos yemas al batido anterior, de a una por vez y batiendo muy bien después de cada adición (séquese las lágrimas...). Bata todo con optimismo, mientras le va agregando —gradualmente— la media taza de miel. Siga batiendo hasta que se formen pequeños globitos en la superficie. Y si no se forman... ¡bata igual! Reserve hasta utilizar.
Agregue las dos yemas al batido anterior, de a una por vez y batiendo muy bien después de cada adición (séquese las lágrimas...). Bata todo con optimismo, mientras le va agregando —gradualmente— la media taza de miel. Siga batiendo hasta que se formen pequeños globitos en la superficie. Y si no se forman... ¡bata igual! Reserve hasta utilizar.
PASO 3 (7 MINUTOS)
Tamice la harina en un bol junto con el bicarbonato, pasándolos por un colador de malla fina. Reserve. Agregue al agua la esencia de vainilla y mezcle. Reserve. En un bol limpio, bata las 2 claras sobrantes a punto de nieve bien firme. Para controlar el punto corte la "nieve" con un cuchillo: no debe quedar clara adherida a la hoja (un buen secreto).
Tamice la harina en un bol junto con el bicarbonato, pasándolos por un colador de malla fina. Reserve. Agregue al agua la esencia de vainilla y mezcle. Reserve. En un bol limpio, bata las 2 claras sobrantes a punto de nieve bien firme. Para controlar el punto corte la "nieve" con un cuchillo: no debe quedar clara adherida a la hoja (un buen secreto).
PASO 4 (10 MINUTOS)
Mezcle la harina tamizada con el batido que quedó reservado en el paso 2, alternando con el agua que perfumó con la esencia de vainilla. Agregue finalmente a la mezcla las claras batidas a nieve y una todo como siempre —¡con movimientos envolventes...!— usando para hacerlo un batidor de alambre a fin de dispersar bien la mezcla.
Mezcle la harina tamizada con el batido que quedó reservado en el paso 2, alternando con el agua que perfumó con la esencia de vainilla. Agregue finalmente a la mezcla las claras batidas a nieve y una todo como siempre —¡con movimientos envolventes...!— usando para hacerlo un batidor de alambre a fin de dispersar bien la mezcla.
PASO 5 (70 MINUTOS)
Vierta la mezcla en un molde grande de budín inglés con el fondo forrado con papel y totalmente enmantecado y enharinado. Cocínelo en horno moderado hasta que, al clavarle una brochette, salga sin adherencias. Retire, desmolde sobre rejilla y, una vez frío, chorréelo con glasé real liviano y salpíquelo con pasas. Deje secar el baño y... ¡convide!
Vierta la mezcla en un molde grande de budín inglés con el fondo forrado con papel y totalmente enmantecado y enharinado. Cocínelo en horno moderado hasta que, al clavarle una brochette, salga sin adherencias. Retire, desmolde sobre rejilla y, una vez frío, chorréelo con glasé real liviano y salpíquelo con pasas. Deje secar el baño y... ¡convide!
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