Aplaste sobre la mesa 50 gramos de manteca con 3 cucharadas gordas de azúcar, la ralladura de 1 limón, 3 cucharadas de pasas sin semilla y 1 yema. Cuando todo esté convertido en pasta ponga en un bol y agréguele 5 cucharadotas de almidón de maíz (maicena… ¡bah!), tamizadas con 1 cucharadita de polvo para hornear y la clara batida a nieve. Vierta entonces la pasta de a cucharaditas sobre una placa enmantecada y cocine primero en horno fuerte hasta que estén hinchaditos; y luego a fuego moderado hasta que se doren. Levante los bocaditos con espátulas (son muy frágiles) y una vez fríos pruébelos: ¡Glup!
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