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sábado, 2 de febrero de 2013

Fugazzetas








Como para derretirse

Pariente de la pizza, ¡qué ricas son las fugazzetas con un buen vaso de cerveza fría!

Ingredientes

Harina, 1 taza
Aceite, 1 cucharada (y cantidad necesaria para freír)
Sal, a gusto
Agua tibia, c/n
Queso fresco, c/n

Preparación

1.       Para la masa, coloque la harina sobre la mesa y hágale un hueco en el centro. Luego, ponga allí la cucharada de aceite y sal a gusto. Mezcle todos los ingredientes mientras le incorpora la cantidad de agua tibia necesaria como para unir todo en un bollo tierno, que no se pegotee. Trabaje la masa sobre la mesa (agregándole un poquito más de harina, o agua, si fuera necesario) hasta lograrla bien lisa y elástica. Tape el bollo de masa flojamente y déjela descansar ½ hora sobre la mesa.







2.       Una vez descansada la masa, estírela por partes hasta dejarla fina como para un strudel (finita como papel… bah). Recórtela en discos de 2 tamaños, unos ½ cm más chicos que los otros (continúe estirando el resto de masa por partes y recórtela de igual forma). Coloque en el centro de cada uno de los discos más grandes un trozo de queso fresco. Tape el queso con los discos más chicos y presione bien para evitar que el queso se escape durante la cocción.
3.       Levante los bordes del disco grande y dóblelos hacia adentro, como si estuviera marcando un dobladillo. Ponga suficiente aceite en una sartén y caliéntelo bien. Ponga a freír las “fugazzetas”, sin encimar, y con el dobladillo hacia abajo hasta que se doren apenitas. Mientras se fríen… ¡ni se le ocurra darlas vuelta!
4.       En cuanto la masa se note cocida y las fugazzetas se inflen sacando panza… ¡escúrralas y sírvalas enseguida! Deben comerse apenas escurridas, antes de que la panza se desinfle… ¡Y la cerveza se caliente!


Tip:

Mientras las fríe, báñeles la panza con el aceite, ayudándose con una cuchara, para que salgan bien doraditas y ultra ricas.





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