Cada argentino debe tener su fórmula “auténtica” de
empanadas. Yo le confieso que las mías no son ni cordobesas, ni porteñas, ni
tucumanas, ni sanjuaninas… Estas empanadas son, simplemente, las que más nos
gusta comer a Carlos (mi marido) y a mí. De aquí la simbiosis del nombre. Hasta
tuve que ceder mis derechos de autora porque Carlos, de tanto espiarme,
aprendió a hacer el picadillo casi, casi tan rico como yo.
Ingredientes
Nalga picada (aunque se horroricen los
famaillenses), ½ kilo
Cebolla de cabeza y de verdeo, picaditas, ½ kilo en
total
Aceite, 4 cucharadas
Morrón verde, grande, picadito, 1
Morrón rojo, grande, picadito, 1
Tomate, picadito, 1
Margarina, 200 gramos
Calditos de verduras, 3 cubitos
Laurel, 2 hojas
Agua, 1 taza
Sal, a gusto
Pimienta, a gusto
Ají molido, 1 cucharada (o más… si le gustan
picantes como a mí)
Pimentón, ½ cucharadita
Orégano, 1 cucharada
Huevos duros picaditos con tenedor, 3
Aceitunas verdes descarozadas, 200 gramos
Pasas de uva, 50 gramos
Masa
Harina, 4 tazas
Sal, 1 cucharada tamaño postre
Margarina, 200 gramos
Agua tibia, 1 taza
PREPARACIÓN
RELLENO
1. Caliente el
aceite y rehogue en él las cebollas, los morrones y el tomate.
2. Cuando los
morrones estén casi tiernos, agréguele los 200 gramos de margarina y la carne
picada.
3. Revuelva con
un tenedor hasta que la carne se note cocida.
4. Sazone con
sal, pimienta, los cubitos de caldo desmenuzados, el laurel, el ají molido, el
pimentón y las pasas de uva.
5. Agregue el
agua y deje hervir despacio y destapado, revolviendo ocasionalmente, hasta que
el líquido se note espesito (debe sobrenadar un poco el picadillo pero no
secarse).
6. Agregue el
orégano.
7. Mezcle,
pruebe y sazone (o no) a gusto.
8. Vierta en una
fuente honda, enfríe y deje en la heladera hasta el día siguiente. Al día
siguiente, mézclelo bien para que la “grasita” solidificada se distribuya en
forma pareja.
MASA
1. Ponga la
harina sobre la mesa en forma de anillo.
2. Coloque en el
centro la sal y la margarina blanda (o cortada en trocitos).
3. Una los
ingredientes, agregándole el agua.
4. Amase con
bronca todos los ingredientes sobre la mesa (agregando un poco más de harina si
fuese necesario) y “sobando” bien la masa hasta lograrla lisa, tierna y
elástica.
5. Tape y déjela
descansar sobre la mesa una hora.
ARMADO Y COCCIÓN
1. Estire la
masa por partes (con la mesa y el palote enharinados) dejándola de 3 mm de
espesor, qué quiere que le diga, ¡a nosotros nos gusta la masa bien finita!
2. Recorte en
forma de discos del tamaño que quiera hacer las empanadas (ni tan tan… ni tan
poco).
3. Distribuya en
cada disco un poco de huevo duro picado y una aceituna (o ½) descarozada, más
una porción del relleno frío.
4. Moje los
bordes de los discos con agua.
5. Cierre las
empanadas y hágales un repulgo.
6. Colóquelas en
placas enmantecadas y mantenga en la heladera hasta el momento de hornearlas
(si las deja a temperatura ambiente la masa seguirá cobrando elasticidad y…
¡que desastre!).
7. Cocínelas en
horno requetecaliente hasta que estén doraditas. (Si su horno no calienta bien…
¡ni se moleste en ensayar la receta! Me echara la culpa a mí de que le queden
“secas”…).
8. Si quiere, en
lugar de hornearlas puede freírlas en vegetalina o grasa de cerdo, medianamente
caliente, salseándolas con una cuchara hasta que estén doraditas. En tal caso
haga la masa más finita aún y una vez fritas escúrralas sobre papel absorbente
y sírvalas (¡si se las da de criolla!) espolvoreadas con azúcar.
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