Generalmente
estamos acostumbrados a cocinar echando en las salsas un chorro de vino blanco
(ex jerez…). Pero lo original de estas recetas es que, lejos de ser racistas,
prefieren el vino tinto. Vino tinto y frutas (frescas o desecadas): ¡un
casamiento perfecto para lograr salsas agridulces sensacionales!
Peceto
con cebollas y uvas
1. Sazone con sal y pimienta 1 y ½ kg de
peceto y cocínelo a la cacerola solamente con 1 cucharada de manteca y caldo.
2. Cuando el peceto esté “a medio cocer”,
agréguele 1 taza de vino tinto, 2 cebollas cortadas en gajos grandes, 4
cucharadas de azúcar, 1 cucharada de mermelada de damascos, ¼ de taza de coñac y
2 cucharadas de mostaza.
3. Deje hervir despacito, con la
cacerola destapada, hasta que las cebollas no parezcan cebollas y la salsita
espese.
4. Cuando la carne esté bien tierna escúrrala,
corte en tajadas y vuelva a ponerla en la cacerola junto con 1 taza de uvas
negras grandes, partidas por la mitad y sin semillas. Caliente bien y sirva.
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