¡Acabo de ensayar una “torta sin huevos” increíble! Bata 50 gramos de manteca con ¾ de taza de azúcar, esencia de vainilla y ralladura de limón; después agréguele 1 taza de harina leudante tamizada con un poquitito de sal y ½ cucharadita de bicarbonato, alternando con… ¡150 gramos de puré de tomates! (pomodoro… ¡bah!). A esto agregue ½ taza de pasas y ½ de nueces picadas ¡y listo! Va en budinera de tamaño mediano (¿qué tal, Teresita?) enmantecado y enharinado y se cocina en horno suave hasta que esté doradita. Única recomendación: guarde el secreto del ingrediente insólito: “Me gusta cómo eres, pero no me digas cómo eres”… (Porchia).
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