Esta semana les propongo una receta sencilla y rica para agasajar a mamá este domingo... Pero una cosa es importante: ¡que ella ayude a acaramelar el molde! Ahora, entre nosotros, ¿Cómo hacer para pedirle el favor y que no se entere para qué? Habrá que ingeniárselas.
Lo que lleva:
duraznos al natural. 1 LATA GRANDE
azúcar. 4 CUCHARADAS PANZONAS Y UNA TAZA EXTRA PARA ACARAMELAR EL MOLDE
manteca blanda (a temperatura ambiente). 50 GRAMOS
yemas. 4
claras. 4
harina leudante. 5 CUCHARADAS
ralladura de la cáscara de 1 limón
Varios
crema chantillí. OPCIONAL PARA DECORAR
cerezas en almíbar. OPCIONAL PARA DECORAR
molde savarín de 22 centímetros de diámetro. 1
duraznos al natural. 1 LATA GRANDE
azúcar. 4 CUCHARADAS PANZONAS Y UNA TAZA EXTRA PARA ACARAMELAR EL MOLDE
manteca blanda (a temperatura ambiente). 50 GRAMOS
yemas. 4
claras. 4
harina leudante. 5 CUCHARADAS
ralladura de la cáscara de 1 limón
Varios
crema chantillí. OPCIONAL PARA DECORAR
cerezas en almíbar. OPCIONAL PARA DECORAR
molde savarín de 22 centímetros de diámetro. 1
Eche en una sartén 1 taza de azúcar y fúndala hasta obtener el punto de caramelo. Viértalo en un molde tipo savarín (con hueco central) de 22 centímetros de diámetro. Haga girar cuidadosamente el molde para acaramelarlo bien, cubriendo el fondo del mismo y las paredes. Tenga cuidado para no quemarse. Reserve.
Escurra los duraznos al natural. Reserve el almíbar para otra preparación (o deséchelo). Corte las mitades de durazno prolijamente en gajos no tan finos. Forre el fondo del molde acaramelado con los gajos de durazno ligeramente superpuestos unos con otros para cubrir bien la base. Reserve el molde preparado hasta utilizar.
Casque los huevos y separe, como usted sabe, las claras de las yemas. En un bol amplio, bata las yemas con la manteca y el azúcar hasta que estén bien espesas y claritas. Perfume el batido con la ralladura de limón y reserve la preparación. En un bol aparte, bien limpio, bata las claras a punto de nieve bien firme.
Ahora, vierta las claras a punto de nieve sobre el batido de yemas y azúcar. Espolvoree las claras con la harina leudante indicada, formando una capa de un mismo grosor para facilitar luego la mezcla. Una todo con movimientos suaves y envolventes para no bajar el aireado de la masa. Puede utilizar una espátula o batidor.
Cubra con el batido los duraznos que están en el molde. Cocine la torta a bañomaría hasta que el bizcochuelo se note cocido. Retire del horno e invierta el molde sobre la fuente donde piensa servir la torta. Deje reposar 10 minutos. Retire el molde y, cuando esté fría, adórnela a gusto con chantillí y las monerías que se le ocurra.
Escurra los duraznos al natural. Reserve el almíbar para otra preparación (o deséchelo). Corte las mitades de durazno prolijamente en gajos no tan finos. Forre el fondo del molde acaramelado con los gajos de durazno ligeramente superpuestos unos con otros para cubrir bien la base. Reserve el molde preparado hasta utilizar.
Casque los huevos y separe, como usted sabe, las claras de las yemas. En un bol amplio, bata las yemas con la manteca y el azúcar hasta que estén bien espesas y claritas. Perfume el batido con la ralladura de limón y reserve la preparación. En un bol aparte, bien limpio, bata las claras a punto de nieve bien firme.
Ahora, vierta las claras a punto de nieve sobre el batido de yemas y azúcar. Espolvoree las claras con la harina leudante indicada, formando una capa de un mismo grosor para facilitar luego la mezcla. Una todo con movimientos suaves y envolventes para no bajar el aireado de la masa. Puede utilizar una espátula o batidor.
Cubra con el batido los duraznos que están en el molde. Cocine la torta a bañomaría hasta que el bizcochuelo se note cocido. Retire del horno e invierta el molde sobre la fuente donde piensa servir la torta. Deje reposar 10 minutos. Retire el molde y, cuando esté fría, adórnela a gusto con chantillí y las monerías que se le ocurra.
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