Lave ½ kilo de frutillas
y quíteles el cabito. Espolvoréelas con 4 cucharadas de azúcar y un chorro
de vinagre.
Aparte coloque en una
cacerola igual peso de azúcar y su equivalente en agua. En este caso: ½
kilo de azúcar y ½ litro de agua.
Deje que el almíbar
hierva y espúmelo si fuera necesario, hasta que tome punto de “hilo fuerte” (use cuchara de madera para retirar la espuma).
Eche en el almíbar las
frutillas con todo el jugo que hubieren soltado y deje hervir despacito,
sacudiendo la cacerola de vez en cuando hasta que el almíbar tome el punto
de jalea. (Vierta un poco en un platito: al enfriarse debe tomar
consistencia de flan…).
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