¿Mejor hablamos de cocina? Tengo una salsa fabulosa para la pasta del próximo domingo: 1 taza de puré de tomates (o tomates licuados), 200 gramos de crema de leche, ¾ de vaso de Oporto y 200 gramos de jamón cocido cortado en juliana, todo puesto a hervir despacito, hasta que se forme una salsa espesita. Y por esta vez… ¡nada de sal ni de pimienta! ¿Qué cómo queda? Déjeme que ponga los ojos oblicuos: “La boca es una medida ilimitada”… ¡Glup!
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