Cuando “en familia” debo hacer una tarta, recurro siempre a la misma fórmula, que coincide, precisamente, con su sueño de gordo: “poca masa… y muchas manzanas!”. Pásele ahora la revista a su señora, así le explico. La masa que utilizo es la de siempre: 100 gramos de manteca aplastados sobre la mesa (con un tenedor) con 2 yemas y 3 cucharadas de azúcar, hasta que todo parezca una crema nutritiva para usar cuando el marido duerme. A esto agregue 1 taza de harina común mientras amasa rápidamente hasta obtener un bollo liso y tierno, imposible de estirar con el palote sin que se le pegotee o quiebre. Así las cosas, aplaste la masa y tírela en una tartera mediana enmantecada y enharinada; y estírela con las manos dejándola más chata que “un marrón” de jamón crudo. Logrado esto recorte los bordes, pinche la masa con un tenedor y rellénela con tajadas transparentes de manzanas, previamente revolcadas en azúcar, jugo y ralladura de limón. Lo distinto estará en la cubierta: corte 100 gramos de manteca bien helada con ¾ de taza de harina y ½ taza de azúcar molida, hasta convertirla en granitos. Entonces vuelque este granulado sobre las manzanas y meta la tarta en horno bien caliente, hasta que la superficie esté sequita, suavemente dorada y crocante. Déjela enfriar en el mismo molde y sírvala con crema o helado.
Gracias Gabriela! hace mucho que busco esta receta, la aprendi a hacer porque mi tio tenia un libro de Blanca, pero siempre que la copie la perdi asi que seguia buscandola! Este sabado le festejamos el cumple a mi hijo asi que es la mejor ocasion para reestrenar esta riquisima receta!!!
ResponderEliminarDe nada, Natalia. Espero que tu hijo tenga un muy feliz cumpleaños. Esta torta es riquísima (yo la hice infinidad de veces) así que me imagino que va a estar super contento. Gracias por pasarte y visitar el blog! Saludos!
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