Corte
zanahorias en tiras finas, a lo largo y luego en bastones angostos. Blanquéelos
3 minutos en agua hirviendo y escúrralos. Rebócelos por harina, póngalos en un
colador de caldo y sacúdalos para quitarles el exceso de harina. Fríalos por tandas, sin encimar, hasta que estén crocantes. Escúrralos sobre papel absorbente y sálelos – o no – recién en el
momento de ponerlos en la fuente.
Versión
2:
ZANAHORIAS
FRITAS
1. Raspe zanahorias y córtelas a lo
largo en tajadas finas. Divídalas en tiritas.
2. Reboce
las tiritas de zanahoria cruda por harina y fríalas en aceite bien caliente,
dándolas vuelta con dos tenedores continuamente, hasta que estén crocantes.
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