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lunes, 31 de julio de 2017

domingo, 30 de julio de 2017

Niños envueltos de repollo






Ingredientes

Repollo blanco, 10 hojas grandes
Carne de ternera, picada, 1/4 kg
Carne de cerdo, picada, 1/4 kg
Cebollas picadas, 2
Margarina, 100g
Queso rallado, 3 cdas
Perejil picado, 1 cda.
Pasas de uva sin semillas, 50g
Manzana, finamente picada, 1 taza
Aceitunas verdes, descarozadas, 100g
Sal y pimienta, a gusto
Huevos, 2
Tomates al natural, picaditos y con todo su jugo, 2 latas
Laurel, 2 hojas
Papas al natural, para acompañar


Preparación


1. Sumerja las hojas de repollo en abundante agua salada hirviendo y déjelas hervir sólo hasta que se pongan flexibles.
2. Escúrralas sobre repasadores, sin encimarlas y quíteles las nervaduras gruesas.
3. Rehogue las cebollas en la margarina.
4. Cóloquelas en un bol junto con la carne de ternera, la carne de cerdo, el queso rallado, el perejil, la manzana, las pasas de uva y las aceitunas.
5. Sazone a gusto con sal y pimienta.
6. Ligue con los huevos.
7. Distribuya el relleno sobre las hojas de repollo.
8. Envuelva el relleno con las hojas formando paquetitos "flojos" porque, como el relleno lleva huevo, al cocinarse aumenta de volumen.
9. Colóquelos, con el doblez hacia abajo, en una fuente térmica, bien untada con margarina o manteca.
10. Vierta sobre ellos los tomates picados y las hojas de laurel. Sazone la salsa con sal y pimienta.
11. Cocine en el horno aproximadamente durante una hora.
12. Sírvalos con toda su salsa, acompañados con papas al natural.


Variante


En lugar de repollo, utilice hojas de acelga, sin las pencas.


¡Gracias, Susana!



sábado, 29 de julio de 2017

viernes, 28 de julio de 2017

Licor de huevo





Con oporto, coñac, gin y nueve yemas, Blanca Cotta prepara una bebida para combatir las bajas temperaturas.

Hace ya diez años tuve la oportunidad de visitar el restaurante de Lucio, un amigo de mi nieto, que inauguró en Ranelagh un lugar donde daban ganas de reunirse con amigos o familiares para disfrutar un buen plato. Hoy a Spoon (así se llama) lo tengo más cerquita, porque ha abierto una sucursal en mi querido Quilmes.

No perderé la oportunidad de visitarlo para desearle tanto éxito como el que tiene en Ranelagh. Pero, le confieso, aprovecharé para “degustar” sus famosas tablas, la pata de cordero y la imperdible merluza austral. Mi alma de gorda no tiene límites. ¿Qué dónde está Spoon? En la intersección de las calles Colón y San Martín. Siempre fui (y lo seré) una defensora de los jóvenes. De esa juventud soñadora, que van en busca de ideales y que tienen esa rebeldía sana que consiste en no dejarse abatir por los inconvenientes que se presentan cuando alguien quiere emprender algo. No es fácil. Lleva tiempo y esfuerzo. Pero bien vale la pena luchar por aquello que deseamos cuando lo sentimos como una verdadera promesa de un futuro mejor.

Agatha Christie, la famosa novelista de historias policiales, escribió una vez: “No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario”. Mis mejores deseos para Lucio y para todos los jóvenes que deciden luchar por sus ideales. Y ahora… ¡a la cocina! Se me antojó hacer un licorcito para combatir el frío.
¿Me acompaña?


Licor de huevo

1. Hierva 1 litro de leche con 400 gramos de azúcar y una chaucha de vainilla a fuego suave hasta que la leche se reduzca a la mitad.

2. En un bol, tamice 9 yemas y bátalas hasta que queden espumosas. Vierta de a poco la leche hirviendo sobre las yemas mientras bate con energía.

3. Agregue al batido, mientras revuelve con cuchara de madera, 100 centímetros cúbicos de oporto, 100 centímetros cúbicos de coñac y 100 centímetros cúbicos de gin ¡en ese orden!

4. Cuele, embotelle y guarde. Dura hasta 1 mes en la heladera. ¡Si lo dejan!



jueves, 27 de julio de 2017

Crocantitos de soja


  1. Cocine una taza de porotos de soja, escúrralos y frótelos entre las manos para desprenderles la piel.
  2. Una vez cocidos y escurridos, séquelos y extiéndalos sobre una asadera.
  3. Colóquelos en horno regular, removiéndolos de vez en cuando hasta tostarlos (¡que no se quemen!). Retire y reserve.
  4. Coloque 1 taza de azúcar en el fuego y fúndala hasta que se convierta en caramelo (como si fuera a acaramelar una budinera).
  5. Mezclele rápidamente los porotos tostados y vuelque sobre la mesa enmantecada.
  6. Con una espátula aplane, dándole forma rectangular o cuadrada. Cuando se entibie, marque en cuadraditos y divida cuando la mezcla este fría.

miércoles, 26 de julio de 2017

Torta fácil y rica



Salgamos ahora al recreo y entremos en la cocina para endulzarnos con alguna torta fácil y rica: bata  yemas con 6 cucharadas de azúcar hasta obtener una crema esponjosa. Agréguele 6 cucharadas (todas mis cucharadas son "panzonas") de avellanas tostadasy molidas y 3 cucharadas de "bizcochos Canale" pulverizados. Únale suavemente 6 claras batidas a nieve, vierta en un molde de 22 cm, enmantecado y enharinado, cocine en horno moderado (tirando a suave) hasta que la preparación esté firme... y habrá logrado la torta más exquisita del mundo (o de Bernal y aledaños) para rellenar y cubrir con toda su fantasía. ¡Glup!


martes, 25 de julio de 2017

Puff de nueces


¡Gracias, Mabel!



lunes, 24 de julio de 2017

Cachavachitas










Gracias, Omarcitus!


domingo, 23 de julio de 2017

Pan de queso




La cocinera hace magia con dos simples ingredientes. Pasen y vean. 

Días atrás me propuse ensayar un pan de queso delicioso y corrí a prepararlo para poder pasarle después la receta, pero… ¡alguien se había comido el ingrediente principal!
Por lo visto alguien decidió hacerse un sándwich al “estilo Tata”. Es que mamá, en épocas de crisis, nos hacía sándwiches de manteca, tomate y queso rallado. ¡Una delicia que sólo los pobres podíamos disfrutar! Pero jamás nos enteramos de que éramos pobres porque los sándwiches de queso y tomate, las tortas fritas, el arroz con leche y otras comidas simples no eran servidas con quejas ni lamentos sino con alegría. Finalmente regresé al tema del queso y opté por ir al supermercado más cercano, comprar queso rallado y poner manos a la obra, o mejor dicho, a la masa.

Y mientras preparaba el pan, decidí alimentar mi espíritu cantando La Cigarra, de María Elena Walsh: “Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí, resucitando. Gracias doy a la desgracia, y a la mano con puñal, porque me mató tan mal, y seguí cantando. Cantando al sol como la cigarra, después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente, que vuelve de la guerra”.


Pan de queso

1 Bata con batidora eléctrica (o a pulmón) 1 cda. de levadura disuelta en 1/4 de taza de agua tibia, 1/4 de taza de leche tibia, 1 huevo, 1/2 cdita. de sal, 1/2 cdita. de pimienta, 2/3 de taza de queso rallado y 1 y 1/2 tazas de harina.
2 Ponga el batido a leudar al doble.
3 ¡Vuelva a batir aunque se desinfle todo!
4 Llene con esta preparación un molde hasta la mitad.
5 Deje leudar nuevamente y cocínelo hasta que esté cocido y doradito.¡Glup!




sábado, 22 de julio de 2017

Tortas negras express




Pinte rodajitas de pan lácteo con manteca derretida, cúbralas con azucar negro mezclado con un poco de harina y métalas en horno recaliente hasta que parezcan de panadería. ¡Glup!


viernes, 21 de julio de 2017

jueves, 20 de julio de 2017

Ensalada de repollo, manzanas y Roquefort



Un plato delicioso y liviano para sorprender a paladares exigentes.

Comienza un año nuevo, y por lo general hacemos un balance en el que intentamos rescatar lo bueno del año anterior para que nos dé un signo positivo, pero también haremos seguramente planes para que el 2018 nos permita borrar los signos negativos que nos preocuparon el año anterior. Pero cuando uno ya tiene montones de años encima comprende, casi como adivinando el final de una novela interminable, cómo la memoria puede ayudarnos a vivir felices o eternamente angustiados.

Yo gozo muchas veces recordando  y traviesa jugando con mamá y mis hermanos a las escondidas en el viejo patio de esa casona enorme de Santa Rosa. O, ya adolescente, dando la “vuelta del perro” en la plaza principal de Quilmes, del brazo de amigas inseparables por aquel entonces (Dafne, Mariana, Titina, Martha). O yendo a la Escuela Normal, colgada del brazo de papá, y dando cinco pasitos por cada zancada de él. O estrenando ese increíble vestido de broderie para el baile de egresados, que se celebraba en el suntuoso Palacio Municipal de Quilmes de aquel entonces.

Mi memoria tiene, por suerte, una malla a prueba de lágrimas. Sólo dejo pasar los recuerdos queridos (confieso que me costó bastante lograrlo). Así debería ser siempre. Y, en todos los ámbitos, recordar solamente lo bueno. Lo que nos hizo sentir felices. Siempre odié los balances. ¿Cambiamos de tema? Le propongo hacer una ensalada diferente, que por sí sola, bien puede constituir una comida. Lleva repollo, manzanas y… siga leyendo.

Ensalada de repollo, manzanas y Roquefort

1. Corte un repollo tierno en juliana. Mida 1 taza y media.

2. Pele 2 manzanas ácidas, frótelas con jugo de limón y córtelas en daditos. Aparte tamice media taza de queso azul (Roquefort, bah).

3. Bata aparte 1 pote de crema hasta que quede espesita (Reserve un poco aparte).

4. Mezcle todos los ingredientes y sazone a gusto con sal, pimienta y jugo de limón.

5. Vierta sobre la superficie el resto de crema batida y salpique con trocitos de nuez.


miércoles, 19 de julio de 2017

Puchero de falda


(un "pobre" que pasó a ser privilegio de "ricos"...)

INGREDIENTES
(para 10 porciones)


Falda (o "grano de pecho", desengrasado, 10 porciones
Zanahorias, 4
Cebolla, 1
Puerros, 4
Apio, 2 ramas
Albahaca, unas hojas
Perejil, unas ramitas
Papas grandes, 1 kilo
Batatas, 1 kilo
Zapallo, 1 kilo
Choclos, 4
Chorizos colorados, 3
Chorizos blancos, 3
Panceta salada, 1/2 kilo
Morcillas, 4
Garbanzos, 1/4 de kilo
Agua y sal gruesa, cantidad necesaria


PREPARACION

1. Deje los garbanzos remojándose en agua desde la noche anterior (por lo menos que transcurran 8 horas). Hiérvalos hasta que estén tiernos. Escúrralos.
2. Llene una olla con agua de la canilla hasta exactamente la mitad.
3. Agréguele 1 cucharada de sal gruesa, las zanahorias raspadas y cortadas por la mitad; los puerros totalmente desprovistos de la base y hojas externas duras; la cebolla pelada y entera; y el apio, la albahaca y el perejil, atados fuertemente con un hilo en un ramito.
4. Ponga inmediatamente a hervir la olla con el agua y los ingredientes.
5. Cuando el agua rompa el hervor agregue en la olla la carne, previamente sazonada y deje hervir media hora.
6. Agréguele las papas enteras y los choclos cortados en trozos. Deje que hierva despacio a fuego lento.
7. Ponga a hervir en cacerola grande, aparte, en abundante agua: las batatas (si se hierven con la carne oscurecen el caldo), los trozos de zapallo, los chorizos, las morcillas y la panceta. Coloque los ingredientes de modo que el zapallo quede en la superficie, "boca abajo".
8. Haga hervir muy despacito hasta que el zapallo y las batatas estén bien cocidos.
9. En cuanto las papas estén cocidas, pinche la carne con un tenedor para cerciorarse de que está tierna realmente. De lo contrario, pase las papas a otra cacerola con un poco de caldo caliente y manténgalas al calor - sin hervir - hasta que la carne se cocine a su gusto.
10. Meta los garbanzos ya cocidos dentro de una bolsa para cocinar, átela muy bien y caliéntelos en el caldo donde se encuentra la carne.
11. Sirva el "puchero" acomodando en fuentes, en forma prolija, los ingredientes. Ofrezca los garbanzos en un bol aparte para servirlos más comodamente.
12. Sirva los chorizos, la panceta y las morcillas cortadas en trozos y las papas divididas en porciones, lo mismo que las batatas.
13. Ofrezca aparte, en pequeños bols, mayonesa y alguna salsa especial para puchero, como asimismo ensalada mixta.



NOTA: Para que el puchero sea más "criollo"reemplace los garbanzos por arroz hervido. Si se desea, agregue repollo. En tal caso, debe hervirlo junto con las batatas y el zapallo.




martes, 18 de julio de 2017

Florentinos



Blanca Cotta pone a las almendras y a las nueces en primer plano. Las usa en florentinos sabrosos y muy crocantes.

Cuando uno ha tenido la dicha de crecer en familia es curioso cómo todos los “sabores de la infancia” van jalonando recuerdos que después serán imborrables. Y no crea que digo esto por este insólito oficio de “cocinera” con que me ha sorprendido el destino. Marcel Proust, artífice en el arte de “cocinar” frases interminables en una obra literaria que alcanzó la gloria universal, siempre deja asomar su “memoria gustativa” ligada a nombres famosos de la comida burguesa, de esa belle époque que le tocó vivir y que tan fielmente refleja en su obra.

A poco de comenzar a leer Por el camino de Swan (primer libro de En busca del tiempo perdido), enseguida podemos advertirlo: un simple trozo de magdalena mojado en una taza de té, desata en su memoria un tropel de recuerdos. ¿Sabe por qué desembarqué hoy en el tema de la nostalgia? Porque el otro día me pidieron una receta que me hizo regresar de pronto a un montón de recuerdos queridos. Me acuerdo de la llegada de mi tío Armando trayendo un paquete de confitería que sostiene de una maderita enredada en los hilos, a modo de agarradera.


La ceremonia de quitarles los hilos y desenvolver el paquete en la mesa sumaba mi ansiedad. Yo era la primera en extender la mano para saborear uno de esos deliciosos florentinos, llenos de chocolate y frutos secos. Sin embargo, no me resigno a saborearlos sólo mentalmente sino que, todas las veces que puedo, me empecino en hacer resucitar de verdad a estas delicias injustamente olvidadas.
“El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados" (Ritcher).


Florentinos


Mezcle 4 cucharadas de frutos secos (nueces, almendras, lo que tenga) con 2 cucharaditas al ras de azúcar, 2 cucharadas al ras de harina, 2 cucharadas de crema de leche y 1 clara apenas batida.
Vierta la pasta, de a cucharaditas, espaciadas entre sí, en una placa enmantecada y enharinada.
Con cada montoncito haga una forma circular achatada.
Cocine en horno caliente hasta que la superficie comience a secarse y los bordes estén doraditos.
Retire con cuidado.
Una vez fríos, pínteles la espalda”con chocolate cobertura derretido.





lunes, 17 de julio de 2017

domingo, 16 de julio de 2017

Charlotte a toda prueba






Cualquiera que mire esta foto pensará que se trata de un postre difícil de hacer; o, tal vez, costoso de realizar. Nada mejor que ponerse a prepararlo para descubrir que con ingredientes habituales se pueden lograr resultados sorprendentes. Eso sí: tampoco se imagine que estará todo el día encerrada en la cocina trabajando... El pionono puede comprarlo. Los hay excelentes. Aunque yo, maniática de la cocina, le acerco tambien una fórmula así de fácil y así de rápida. ¿De acuerdo? "Todo es posible para el que cree..." (San Marcos).

Charlotte

INGREDIENTES

Pionono comprado, 1 (o pionono casero, ver receta)
Dulce de leche común, 1 pote (en realidad usará 2 ó 3 cucharadas)
Gelatina en polvo, sin sabor, 2 cucharadas
Agua fría, 1/2 taza
Leche, 1 y 1/2 taza
Yemas, 3
Claras, 3
Azúcar, 1/2 taza
Chocolate cobertura (clarito), 100 gramos
Chocolate común, rallado o en trocitos, 100 gramos
Esencia de vainilla, 1 cucharadita
Crema de leche batida espesa, 200 gramos


PREPARACION

COMO FORRAR EL MOLDE

1. Elija un bol de un diámetro de 20cm, aproximadamente y, sin enmantecar ni enharinar, fórrelo con papel impermeable. ¿Que cómo forra un molde redondo? Muy simple: corte un círculo de papel de diámetro igual al del bol y, en el borde, hágale espaciados unos tajos profundos. Coloque el disco de papel. ¿Vio? Enseguida algunos tajos se superpondrán, adaptando perfectamente el papel a la forma del bol, aunque no lo llegue a cubrir totalmente.
2. Desenrolle el pionono ya frío y quítele el papel. Untelo con dulce de leche y córtelo por la mitad a lo largo. Enrolle cada pieza por el borde más largo a fin de obtener dos piononos de...  ¡dulce de leche! (El pionono se corta por la mitad para que las rodajas no salgan demasiado grandes).
3. Divida el pionono en rodajitas de 1/2 cm de ancho y, a medida que las corte, vaya colocándolas (a partir del centro de la base) unas al ladito de otras, a fin de forrar el molde en forma pareja. Rellene con miguitas los agujeritos que se formen.
4. Derrita a baño de María el chocolate cobertura y pinte con una capa finita los arrolladitos. Coloque enseguida el molde en la heladera para que el chocolate se solidifique.


RELLENO

1. Remoje la gelatina en el agua fría.
2. Bata las yemas con el azúcar hasta que estén bien cremosas. Hierva la leche y así, hirviendo, viértala de a poquito sobre el batido de yemas, mientras revuelve rapidamente.
3. Agrégueles la gelatina remojada y revuelva sobre el fuego hasta que la gelatina se disuelva y la mezcla espese un poquito pero sin que llegue a hervir. Retire del fuego y cuélela enseguida en un bol.
4. Separe la crema en mitades. A una parte agréguele el chocolate común rallado y revuelva hasta que este se derrita. A la otra agregue la esencia.
5. Coloque las cremas en la heladera hasta que espesen (detalle clave...).
6. Bata la crema de leche hasta que espese como una salsa blanca.
7. Bata las claras a nieve, pero sin que se sequen demasiado.
8. Retire las cremas que puso en la heladera y bátalas por separado hasta que estén espumosas.
9. Agregue a cada una la mitad de la mezcla hecha con crema y claras.
10. Rellene el molde forrado con estas cremas, alternando los colores para que luego, al cortar el postre, parezca marmolado (y si no le gusta el mármol... ¡rellénelo como quiera!).
11. Estacione el molde en la heladera de un día para otro.
12. Afloje los costados de la "charlotte" con un cuchillo, desmóldelo directamente sobre la fuente donde lo piensa servir (si la crema no llega al nivel de los arrolladitos, antes de desmoldar recorte el excedente de los arrolladitos... y ¡cómaselos!). Decórelo a gusto y... ¡Glup!


Pionono casero


INGREDIENTES

Huevos, 5
Azúcar, 5 cucharadas
Miel, 1 cucharadita
Harina, 5 cucharadas (no panzonas... ¿eh?)
Esencia de vainilla, 1 cucharadita


PREPARACION

1. Forre una placa para horno (de 30 por 40 cm aprox.) con papel manteca grueso o papel madera. Enmanteque el papel generosamente pero no lo enharine.
2. Ponga el azúcar, la miel, las yemas y la esencia en un bol; bátalas hasta que estén claritas y espesas (usted me entiende...).
3. Bata las claras a punto de nieve.
4. Vierta las claras sobre el batido de yemas, espolvoree sobre ellas la harina y una todo de una sola vez, con movimientos envolventes.
5. Vuelque la mezcla en la placa forrada. Alísela con espátula.
6. Ponga la placa en horno precalentado al máximo, en el primer estante, hasta que la superficie esté sequita (no lo cocine demasiado porque corre el riesgo de que se "abizcoche" y, al arrollarse, se quiebre.
7. Retire la placa del horno, levante el papel de uno de de sus extremos (no tenga miedo: como no enharinó el papel, el pionono no se desprenderá) e invierta la placa de pionono sobre un repasador humedecido con agua fría, bien retorcido y extendido.
8. Tome una espátula y presione el papel a todo lo largo (como si le acariciara el lomo a su gato angora. O persa... ¡bah!).
9. Desprenda cuidadosamente el papel del pionono.
10. Cubra el pionono con una hoja de papel nueva y enróllelo con ella adentro, ayudándose con el repasador. Pase el pionono a una fuente y déjelo enfriar. Use como indique la receta.





sábado, 15 de julio de 2017

Guarnición para milanesas




¿Volvemos a la cocina?... Pruebe este nuevo aderezo para las milanesas de siempre: cocine 4 remolachas gorditas, pélelas y procéselas junto con 1 cucharada panzona de fécula de maíz, 8 cucharadas de vinagre de vino, 4 cucharadas de azúcar, el jugo de 1 limón y 2 cucharaditas de mostaza. Vierta en una cacerolita, revuelva sobre fuego fuerte hasta que hierva y espese, sazone a gusto con sal y bastante pimienta, envase, enfríe y... ¡Glup!


viernes, 14 de julio de 2017

Besitos de anís




En pleno otoño no sé cómo hizo para abrirse camino entre un manto de tréboles y lajas desparejas. Pero lo logró. ¡Nació una petunia apretada entre las piedras! Una petunia de pétalos rosados. Nadie la plantó. Nadie la vio crecer. Por supuesto: ningún milagro sino, simplemente, una de tantas lecciones que nos da la naturaleza. ¿Nunca pensó que los seres humanos somos muy parecidos a la petunia de mi historia, plena de ganas de asomarse a la vida hasta que al fin puede hacerlo?
Pero no siempre el terreno donde nos toca caer es ideal para demostrar lo que somos o lo que podemos llegar a ser. Vencer los obstáculos y lograr cumplir dignamente nuestro destino depende de nuestra voluntad, de nuestro entusiasmo, de la fuerza de la savia que nos recorre y, por supuesto, de la mano de Dios. Ninguna hazaña sino ¡el empeño de ser uno mismo!
Si pudiera regresar al tiempo en que me preguntaban: “¿Qué querés ser cuando seas grande, Blanquita?” no dudaría: ¡Una semilla de petunia!
Punto y aparte. ¿Quiere que le enseñe a hacer “besitos de anís” en dos tiempos? Es un modo de hacerlos durar más porque son tan tentadores que, en cuanto los ponga en la mesa, desaparecerán como por arte de magia. Y bueno, como dijo Oscar Wilde: “El único medio de librarse de una tentación es ceder a ella”.



Besitos de anís

1. Bata 4 yemas con 225 gramos de azúcar y, cuando la preparación esté espumosa, vuelque sobre ella 4 claras batidas a nieve.
2. Mezcle en forma envolvente. Añada a la preparación anterior 300 gramos de harina previamente tamizada y 2 cucharaditas de anís en grano.
3. Una todos esos ingredientes de manera suave, es decir, sin llegar a aplastar el batido.
4. Luego, póngalo en una manga con boquilla grande y trace copitos sobre una asadera previamente enmantecada y enharinada.
5. El dato importante de esta receta: olvídese de estos besitos hasta el día siguiente y entonces, sí, cocínelos en horno moderado durante unos 20 minutos.





jueves, 13 de julio de 2017

miércoles, 12 de julio de 2017

Endibias para una ensalada que da envidia





Las ensaladas dejaron de ser partenaire y ahora son protagonistas. Ésta es para lucirse.
Un dicho popular reza que para hacer una buena ensalada se precisan: un avaro para la sal, un prudente para el vinagre, un generoso para el aceite… ¡y un loco para revolverla!
Y como todos tenemos algo de avaros, otro poco de prudentes, mucho de generosos y un chispazo de locura… ¡estamos convencidas de que no necesitamos nada más para saber hacerlas a la perfección!
Sin embargo, son muchos los secretitos para lograr entre los componentes un equilibrio perfecto. Y muchas también las combinaciones de ingredientes para lograr algo más que una ensaladita de hojas.
Por otra parte, las fórmulas de los aliños también se han multiplicado y nuevos productos agregan continuamente más sabores a las fórmulas tradicionales.
En mi época, la cocina familiar no iba más allá de la ensaladita de papas, la “mixta” de lechuga y cebolla y la ensalada rusa. Actualmente la ensalada ha dejado su rol de “partenaire” para asumir el de “protagonista”. Uno de los ingredientes “nuevos” que se sumaron son las endibias.

¿Se anima a sorprender a su familia con una ensalada de endibias? En un libro que escribí la llamé Ensalada para empobrecerse de golpe porque lleva ingredientes un poco costosos, pero como alguien dijo sabiamente: “Los gustos hay que dárselos en vida”.


Ensalada para empobrecerse de golpe

Separe las hojas de 3 endibias, quíteles el cabito, lávelas, séquelas y colóquelas en una fuente.
Rellene la parte cóncava de las hojas con la siguiente mezcla: Ponga en un bol 200 gramos de camarones, 1 lata chica de palmitos escurridos y cortados en rodajitas, 3 paltas rociadas con jugo de limón para que no se oscurezcan y cortadas en cubitos. Mezcle todo y sazone con sal, pimienta y aceite de oliva.
Sirva colocando al lado pequeños bols con mayonesas saborizadas, para que cada comensal se sirva a gusto.



martes, 11 de julio de 2017

lunes, 10 de julio de 2017

Tarta espuma de limón





¿Volvemos a meternos en la cocina? Usted cocine una tarta dulce crocante, en molde desarmable; y yo le propongo el relleno: ¡una “espuma de limón”! Ponga en una cacerolita ½ taza de azúcar, ½ taza de jugo de limón y 4 yemas; y revuelva continuamente sobre el fuego hasta que espese un poco, sin hervir. Retire, vuelque en un bol y mézclele 1 y ½ cucharada de gelatina en polvo sin sabor, remojadas en ¼ de taza de agua fría. Revuelva hasta que se disuelva y ponga en la heladera hasta que espese. Mientras tanto, bata 4 claras y agrégueles, de a poco, ½ taza de azúcar. Y por otro lado, bata 200 gramos de crema de leche, hasta que espese. Final feliz: Retire la gelatina enseguida de la heladera y bátala hasta que esté espumosa. Entonces mézclele el merengue, la crema de leche, la ralladura de limón… ¡y listo! Rellene la tarta, póngala en la heladera y, cuando esté firme, desmolde y decore a gusto. ¡Glup!


domingo, 9 de julio de 2017

Empanaditas de choclo



Para festejar el 9 de Julio, nada mejor que encender el fogón y preparar algo bien casero. Ahora les propongo poner las manos en la masa y agasajar a la familia con unas sabrosas empanaditas acompañadas con un buen vino. Una linda manera de celebrar a la Patria. 

 

 

Lo que lleva la masa:

harina. 2 TAZAS
margarina o manteca. 100 GRAMOS
sal. 1 CUCHARADITA
agua tibia. 1/2 TAZA, APROXIMADAMENTE



El relleno:

 
cebolla picadísima. 1
manteca o margarina. 50 GRAMOS
morrón rojo y verde, cortado en cuadraditos. 1 TAZA
choclo entero desgranado. 1 LATA
perejil picadísimo. 1 CUCHARADA
harina. 1 CUCHARADA AL RAS
leche. CANTIDAD NECESARIA
queso rallado. 2 CUCHARADAS
aceitunas verdes, en tajaditas. A GUSTO
sal, pimienta recién molida y nuez moscada. A GUSTO (Varios
placas para horno, enmantecadas. LAS QUE TENGA 



PASO 1 (3 MINUTOS) 


Coloque la harina sobre la mesa y hágale un hueco en el centro. Coloque allí la margarina y la sal. Integre los ingredientes agregando de a poco el agua tibia necesaria hasta poder formar un bollo que no se pegotee a las manos. Amáselo hasta lograr que quede liso. Tápelo y déjelo descansar mientras prepara el relleno.





PASO 2 (6 MINUTOS) 

 
Derrita la margarina en una sartén y rehogue la cebolla y los morrones. Agregue los granos de choclo escurridos y saltéelos unos minutos. Unales el perejil picado y espolvoree la harina. Súmele un poquito de leche mientras mezcla hasta obtener un relleno espeso. Sazone con sal, pimienta y nuez moscada y sume el queso.



PASO 3 (20 MINUTOS) 

 
Vaya estirando la masa por partes sobre la mesa apenas enharinada y con el palote ídem. Estire hasta que la masa quede fina. Despéguela de la mesa ayudándose con una espátula y recorte los discos del tamaño que quiera hacer las empanadas. Una los recortes de masa y siga preparando más discos. Sigamos...




PASO 4 (25 MINUTOS) 

 
Distribuya una cucharada de relleno en el centro de cada disco. Coloque sobre cada montoncito unas tajaditas de aceituna verde. Pinte con agua el borde de los discos y cierre las empanaditas: primero presione bien los bordes con sus deditos y luego con un tenedor enharinado. Cierre todas las empanadas y resérvelas.




PASO 5 (45 MINUTOS) 

 
Precaliente el horno unos minutos. Distribuya las empanadas sobre placas previamente enmantecadas. Cocínelas en el horno caliente hasta que la masa se note sequita y suavemente dorada. Al retirarlas del horno (si quiere) puede pintarlas con manteca derretida, espolvorearlas con un toque de pimienta y... ¡Glup!



sábado, 8 de julio de 2017

"La cocina tradicional es la del corazón"





Suplemento Spot de Clarin de hoy 8/07/2017

¡Gracias, Mabel!

viernes, 7 de julio de 2017

Filetes Martika


Ingredientes

Filetes de pejerrey desespinado (o lenguado, o merluza, o la clase que prefiera), 6
Jugo de limón, cantidad necesaria
Sal y pimienta, a gusto
Nuez moscada rallada, 1/2 cdita.
Queso crema, 1 pote grande (400g)
Crema de leche, 1 pote chico
Queso rallado, 1 taza


Varios

Lengüitas de papa

Papas alargadas, 1/2 kg
Harina, cantidad necesaria
Aceite, para freír


Preparación

1. Extienda los filetes en una asadera, sin encimarlos y rocíelos con jugo de limón. Sazónelos con sal y pimienta a gusto. Estaciónelos en la heladera 1 hora.
2. Vuelque el queso crema en un bol.
3, Sazónelo con sal, pimienta y nuez moscada a gusto.
4. Mezcle con cuchara de madera, mientras le agrega de a poquito, la crema de leche necesaria hasta obtener una crema semi-espesa que se pueda extender facilmente.
5. Unte con esta crema la fuente de horno elegida.
6. Retire los filetes de la heladera y acomódelos en la fuente, unos al ladito de los otros, pero sin encimar.
7. Vuelque sobre los filetes la mitad de la crema de queso y alísela con una espátula, cubriéndolos bien.
8. Espolvoree con la mitad del queso rallado.
9. Vuelque sobre el queso el resto de la crema y alísela cuidadosamente con la espátula. No se aflija si el queso "asoma la nariz"...
10. Finalmente... ¡Espolvoree la superficie con el resto del queso rallado!
11. Estacione la fuente así armada en la heladera 1 hora como mínimo.
12. Coloque la fuente en horno moderado (unos 20 minutos aproximadamente) hasta que el pescado esté cocido y la superficie bien gratinada. Acompañe cada porción con "lengüitas de papa" fritas.


¡Gracias, Susana!


jueves, 6 de julio de 2017

Pestiños



La masa lleva semillas de anís y vino Oporto. Hay que cortarla en rombos y a estos dorarlos en aceite. Antes de servirlos, se bañan con un almíbar espeso y se dejan orear.

Ingredientes

Aceite, ¼ de taza y cant. extra para freír
Anís en grano, 1 cucharada
Vino Oporto, ½ taza
Agua, 2 cucharadas
Harina, 1 taza y algo más

Varios

Azúcar, 1 y ½ taza
Agua, cantidad necesaria

Preparación

  1. Coloque las semillitas de anís en un bol (que no sea de plástico…) grande. No se trata de un capricho. Sucede que luego vertiremos en el bol aceite hirviendo.
  2. Vierta el ¼ de taza de aceite en una sartencita y caliéntelo a fuego máximo. Retírelo del fuego y viértalo enseguida sobre las semillitas de anís que puso en el bol.
  3. Espere a que el aceite se entibie. Agréguele la media taza de Oporto y el agua y mezcle bien. En mis tiempos se solía usar un vino de menor precio, muy dulzor, el moscato.
  4. Incorpórele la harina, mientras mezcla hasta obtener una masa tierna que no se pegotee (si hiciera falta, agregue un poco mas de harina… ¡o un poco menos!). La masa debe tener consistencia necesaria como para ser estirada fácilmente con el palote.
  5. Estire la masa por partes, sobre la mesa enharinada, dejándola fina (pero no transparente). Al hacerlo, trate de darle forma cuadrada o rectangular para facilitar luego el corte en tiras.
  6. Despegue la masa de la mesa con una espátula. Corte la masa en tiras de unos 4 cm de ancho, aproximadamente. Es importante despegar previamente la masa de la mesa para que, al levantar luego las tiras de masa, estas no se deformen.
  7. Divida las tiras en rombos o cuadrados (¿por qué no rectángulos?...). Una los recortes y déjelos reposar tapados para hacer luego más pestiños. Tapamos la masa para evitar que en contacto con el aire la superficie se reseque.
  8. Caliente suficiente aceite en una sartén. Eche en el aceite una tanda de pestiños, cuidando de no encimarlos. ¡Enseguida comenzaran a inflarse! Dórelos de ambos lados, dándolos vuelta con una espumadera. A medida que se doren, escúrralos sobre papel absorbente y siga friendo más.
  9. Ahora, prepare un almíbar. Ponga el azúcar en una cacerolita y agréguele agua hasta llegar al nivel del azúcar. Coloque la cacerolita sobre fuego fuerte y mezcle con cuchara de madera hasta que el azúcar se disuelva. Deje de revolver y hierva el almíbar hasta que alcance el punto de “hilo fuerte”.
  10. Distribuya los pestiños en una placa, sin encimarlos, y báñelos con el almíbar. déjelos orear a temperatura ambiente, acomódelos en una fuente y… ¡olé!


Secreto I:

  • Toda vez que prepare frituras como esta, controle que el aceite no esté muy caliente, para evitar que la masa se dore rápidamente por fuera y quede cruda por dentro. El resultado no será el mejor.

Secreto II:

  • El aceite donde se freirán los pestiños deberá estar medianamente caliente para que estos se inflen tomando el aspecto que los caracteriza.




miércoles, 5 de julio de 2017

Chanchito a la Martinica






La cocina caribeña se caracteriza por ser sumamente aromática y picantona. En este caso se trata de un rico carré de cerdo acompañado por una salsa especiada de chile, pimienta, ajo y mostaza, pero los sabores quedan equilibrados si lo sirve con una guarnición de arroz blanco.

 

 

Lo que lleva


aceite 3 CUCHARADAS

dientes de ajo, picados 2

manteca 2 CUCHARADAS

carré de cerdo (o lomo) 3/4 KILO, CORTADO EN CUBOS

cebollas finamente picadas 2

dientes de ajo triturados 2

tomillo fresco UNAS RAMITAS

perejil UNAS RAMITAS

caldo de verduras 3/4 DE TAZA

vinagre 1 CUCHARADA

berenjena, pelada y en cubos 1

tomates pelados, sin semillas y picados 2

arroz "graneado" 1 TAZA (PARA ACOMPAÑAR)

Lo que lleva el aderezo

dientes de ajo triturados 2

chiles sin semillas y bien picaditos 2

semillas de mostaza 2 CUCHARADITAS (O MOSTAZA EN PASTA)

pimienta negra recién molida 1 CUCHARADITA

coriandro molido 1 CUCHARADITA

 

Como se hace

 

PASO 1 (3 MINUTOS)

Ponga en una trituradora, procesadora o mixer los 2 dientes de ajo (previamente pelados, se entiende...), los chiles, la mostaza, la pimienta negra y el coriandro. Triture todo hasta convertirlo en una pasta homogénea. Pase la preparación picante a un pequeño bol y resérvela hasta utilizar. Mientras tanto, avancemos con la ejecución del plato.
 

 

PASO 2 (10 MINUTOS)

Caliente en una sartén la manteca junto con el aceite. Cuando la manteca esté derretida, incorpore la carne de cerdo cortada en cubos (tamaño bocado), las cebollas y los ajos. Saltee bien los ingredientes mezclando a menudo con una cuchara de madera. Cocine hasta que la carne se note doradita en forma pareja y por todos lados.

 

PASO 3 (13 MINUTOS)

Cuando la carne esté bien doradita, incorpore en la sartén el aderezo procesado que preparamos en el paso 1 (el que teníamos reservado) y mezcle muy bien con la cuchara de madera. Baje el fuego de la hornalla y cocine todo durante 3 minutos, aproximadamente, mezclando de vez en cuando para que la cocción resulte pareja.

 

PASO 4 (50 MINUTOS)

Agregue en la sartén el tomillo, el perejil picado, el caldo y el vinagre. Tape la sartén y cocine sobre fuego suave aproximadamente 30 minutos. Destape y agregue los cubitos de berenjena y los tomates picados. Siga cocinando —esta vez destapado— hasta que las verduras estén cocidas. Sírvalo con "arroz graneado" hecho de la siguiente manera

 

PASO 5 (70 MINUTOS)

Caliente 3 tazas de agua con sal y un chorrito de jugo de limón. Cuando hierva, eche, en forma de lluvia, 1 taza de arroz previamente lavado bajo la canilla hasta que no suelte más almidón. Mezcle con un tenedor. Deje hervir despacito hasta que esté casi cocido (18 minutos). Apague el fuego, tape, estacione 5 minutos, cuele y sazone.

 

  

   

martes, 4 de julio de 2017

lunes, 3 de julio de 2017

domingo, 2 de julio de 2017

sábado, 1 de julio de 2017

Pollo con arroz "new age"






En materia de cocina comienza una nueva era inteligente: comer cosas ricas... ¡sin salirnos del regimen! Esta vez piense en "pollo con arroz" y borre de su imaginación todo intento de fritura. Resultado: ¡una revolución gastronómica que vale la pena! "Las revoluciones son necesarias (dice Ferrara) cuando hay que armonizar un estado de derecho (el derecho a comer cosas ricas, digo yo...) con una nueva situación de hecho".


Ingredientes
(para 6 porciones, sin que a nadie se le ocurra repetir...)

Pollo, cortado en presas, sin piel, grasita, ni cosa que se le parezca, 1
Sal y pimienta, a gusto
Cebollas, grandes, 2
Morrón gordo (verde, para que se vea...), 1
Laurel, 2 hojas
Tomates al natural, 2 latas
Caldo, bien concentrado y desgrasado, 1 taza

Arroz

Arroz, 1 y 1/2 taza (de grano blanco, grande, común)
Caldo de verduras desgrasado, 3 tazas
Cebolla, procesada, 1
Azafrán (o condimento para arroz), 1 capsulita
Queso rallado (si la dejan), 2 cucharadas
Margarina untable, 2 cucharadas
Laurel, 2 hojas

Preparación

1. Sazone las presas de pollo con sal y pimienta.
2. Caliente una plancha de hierro al máximo (o de teflón... ¡bah!) y dore las presas de pollo de ambos lados.
3. Mientras lucha con la plancha y el pollo, ponga en una cacerola grande las 2 cebollas previamente picadas (o procesadas, si tiene un marido maniático como el mío...) y el morrón, sin cabito y sin semillas, bien lavadito y cortado en cuadraditos.
4. Agregue las hojas de laurel y revuelva con cuchara de madera sobre fuego fuerte, como si fuera una cocinera distraída y estuviera rehogando sin aceite ni nada que se le parezca. ("La locura es la que nos hace responsables...").
5. Cuando la cebolla está "como rehogada" y el morrón también, agregue los tomates picaditos., con todo su jugo; y la taza de caldo desgrasado.
6. Agregue entonces las presas de pollo y deje hervir despacito, con la cacerola destapada, hasta que la carne esté bien cocida. Sazone la salsa a gusto, apague el fuego, tape la cacerola  ¡y ocúpese del arroz!

Arroz

1. Rehogue la cebolla con el método "trucho" que ya le expliqué, agréguele el azafrán e inmediatamente el caldo y el laurel.
2. Cuando el caldo rompa el hervor, agregue el arroz y dispérselo con un tenedor.
3. Cuando el caldo rompa nuevamente el hervor, baje la llama, y haga hervir despacito de 10 a 12 minutos.
4. Apague el fuego, tape la cacerola y déjela así unos 5 minutos, para que el arroz "se agrande" chupando todo el caldo.
5. Destape el arroz, agréguele la margarina untable y mezcle con un tenedor. Pruebe y rectifique el sazonamiento.

Final feliz

1. Coloque el arroz en forma de anillo en una fuente precalentada y disponga en el centro las presas de pollo, bien calentitas y con toda su salsa (quítele antes las hojitas de laurel para que nadie se atragante...).
2. Espolvoree el arroz con el queso rallado y... ¡a la mesaaaAAA!