“¿Por qué no se calla la boca y se pone a cocinar?”… ¡¡¡¡Allá voyyyy!!!! Este postrecito de limón se parece a cualquier plan económico: por fuera, un desastre. Pero una vez hecho… ¡no hay más remedio que probarlo! Mezcle 1 taza de azúcar con ¼ de taza de harina, la ralladura de 1 limón, 8 cucharadas de jugo, 4 yemas, 1 y ½ taza de leche y, por último, las 4 claras batidas a nieve. Vierta la espuma en una fuente para horno enmantecada y enharinada (de…. cm por… cm) y cocine a baño de María en horno moderado una hora y pico, hasta que esté firme como un flan. Una vez frío sirva cada cuadrado con un copete de chantilly. ¿Le gusta? “Muy pocos aciertan antes de errar…” (Séneca) ¡Glup!
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