Convénzase: trátese de un filete de pescado, una suprema o un bife finito, es indiscutible que si usted lo “rellena” con algo (aunque ese “algo” sea sólo pan y cebolla) dejara mucho más satisfechos a los comensales. ¡Y hasta habrá alguien que aplauda! Sobre todo si se ingenia e inventa simultáneamente, una rica salsa. Aquí tiene un ejemplo:
- Filetes rellenos con imaginación
(Le doy 1 sola porción, para probar…)
1) Rocíe un filete de merluza con jugo de limón, sazónelo con sal y pimienta y déjelo estacionar en la heladera mientras prepara el relleno.
2) Rehogue en 2 cucharadas de aceite: 1 cucharada de cebolla y 1 cucharada de ají morrón rojo, picadito. Retire.
3) Mezcle con 6 aceitunas negras picaditas y 1 rodaja de pan de salvado descortezada, empapada en jugo de limón y picada.
4) Sazone con un poco de sal y ají molido.
5) Coloque el relleno sobre la mitad del filete y dóblelo.
6) Coloque el filete doblado en una fuentecita enmantecada, agréguele ½ hoja de laurel, 2 cucharadas de Martini seco y 2 cucharadas de caldo.
7) Tape con papel enmantecado y cocine en el horno, dándolo vuelta 1 vez.
8) Escurra el pescado en otra fuentecita y cuele el fondo de cocción. Hágalo reducir a su tercera parte y termínelo con un chorro de crema de leche.
9) Vierta la salsa sobre el filete arrollado y sirva enseguida.
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