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martes, 5 de abril de 2016

Pancitos de salvado


¡A otra cosa! ¡Basta de protestar porque el precio de los pancitos de salvado se disparó de nuestro monedero! ¿Sabe que inventé una fórmula que rinde un montón? Esta vez el “triunfo” se lo dedico a los empleados del Banco de Quilmes, de Quilmes Oeste. (A veces solo de pan viven los bancarios…). Ponga en un bol 2 tazas de harina de trigo, 2 tazas de salvado, 1 cucharada de sal, 2 cucharadas de azúcar, 1 huevo batido, 50 gramos de levadura prensada disuelta en ½ taza de agua tibia y 50 gramos de manteca o margarina derretida. Entonces bata con la mano abierta mientras le agrega aproximadamente ½ taza de agua tibia, hasta obtener una masa pesadota y algo pegajosa (agregue mas agua si hiciera falta). Vuélquela sobre la mesa y castíguela con bronca hasta que se note algo elástica (no se haga ilusiones: ¡el salvado es un pesado!). Hecho esto enharínese las manos, de a la masa forma de bollo, póngalo en una cacerola enharinada, tápela con una bolsa de polietileno y póngala en sitio tibio hasta que duplique su volumen. Finalmente moldee pancitos tipo mignon, acomódelos sobre placas enmantecadas, tápelos, déjelos leudar… ¡y cocínelos en horno bien caliente hasta que estén doraditos! Al retirarlos del horno, pínteles la frente con manteca derretida. ¿Vio qué delicia? ¡Claro que se pueden congelar!



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