(de hacerlo y de escribirlo)
- Ponga en una olla 1 taza de cebollas picadas, 2 tazas de remolachas crudas, peladas y picadas, ½ taza de zanahorias raspadas y cortadas en rodajitas, ½ taza de blanco de apio cortadito y 1 lata de tomates al natural, picaditos y con todo su jugo.
- Cubra las verduras con agua hasta sobrenadarlas 1 cm (usted me entiende…) agréguele 2 hojas de laurel y 4 cubitos de caldo de verduras desmenuzado.
- Ponga a hervir hasta que las verduras estén retiernas.
- Licue o procese todo el contenido de la cacerola (por partes, se entiende, y luego retirarle las hojitas de laurel).
- Pruebe el licuado y rectifique (o no) el sazonamiento con sal. De parte mía, agréguele suficiente pimienta como para una sensación térmica de – 10º. Caliente bien la sopa y sírvala en tazones, coronando la superficie de cada uno con un copo de crema de leche batida espesa, sin sazonar. Al meter la cuchara… ¡usted se sentirá Miro o Chagall! ¡Glup!
Version 2:
¿Usted quería saber todo lo que le puse a mi “borscht” para rusos vegetarianos? Dos tazas de remolacha, 1 taza de cebollas, ½ de zanahorias, ½ de apio, 1 lata de tomates, 2 hojas de laurel, 4 cubitos de caldo de verduras y 1 y ½ litro de agua. Después de cocido y licuado, serví cada plato con un copo de crema batida (sin condimentos) en el centro. ¡Glupísimo!
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