Los ingleses creen son los únicos que saben hacer el
pastel de manzanas. ¿La verdad... la verdad? ¡Esta fórmula les da la razón!
Cómo se hace
Tamice 200 gramos de harina con un poquito de sal, sobre la mesa. Sume 100 gramos de manteca y córtela con dos cuchillos hasta convertirla en granitos gordos. Frote la mezcla rápidamente entre las manos para formar una "arena gruesa" (la manteca se habrá dividido en granitos chiquitos y parecerá "arena fina").
Ponga todo en un bol y agréguele de a poco agua helada, mientras une con un tenedor. No debe humedecerse demasiado, he ahí el secreto del éxito.
Viértala sobre la mesa y únala rápido con los dedos. Estire 2/3 de la masa sobre la mesa enharinada. Forre un molde de 22 cm desarmable, enmantecado y enharinado.
Mezcle 120 gramos de azúcar con ralladura de ½ limón y una pizca de canela. Rellene la masa con una capa de tajaditas finas de manzana. Espolvoree con parte de la mezcla de azúcar y rocíe con manteca derretida.
Siga alternando manzana, azúcar y manteca derretida.
Estire la masa restante y tape el relleno. Presione los bordes, recorte el excedente y hágale un repulgue prolijo.
Haga en el centro 4 incisiones para que escape el vapor. Cocine en horno caliente hasta que esté suavemente dorado. Desmolde y sirva el pastel tibio, ofreciendo aparte crema de leche batida a medio punto y apenas azucarada.
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