(y sin darse cuenta de que son chuletas…)
1. Quítele el hueso y toda la grasa (toda… ¿eh?) a 6 chuletas de cerdo.
2. Corte la carne en tiritas (a la manera china, es decir: tamaño miseria) y colóquela en un bol junto con 2 puerros (parte tierna) picaditos, 1 zanahoria cortada en láminas con el pelapapas y cortadita, ½ morrón rojo y ½ morrón verde en cuadraditos (o dos chicos… ¡bah!), 1 cebollita de verdeo (parte verde) picadita y ½ taza de brotes de soja. Rocíe todo con 2 cucharadas de salsa de soja y 1/3 de taza de Jerez (o vino… ¡bah!). Deje macerar 1 hora.
3. Ingéniese para escurrir las tiritas de carne y saltéelas en una sartén untada con aceite y bien caliente. De vuelta constantemente la carne hasta que cambie de color (usted y ella…).
4. Agregue las verduras escurridas y saltéelas del mismo modo, hasta que estén cocidas pero crocantes. Incorpore recién la marinada, caliente bien y si fuera necesario, espese con un poquito de maicena diluida. Sazone a gusto, ponga los ojos oblicuos y… ¡glup! (Puede enriquecer el “pasticchio” con trocitos de ananás al natural).
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