El título está pensado a dos puntas. Es “tiempo” de pastas porque el frío aprieta como nunca y un plato humeante, abundante, y acompañado con un buen vino tinto nacional es capaz de hacernos olvidar del invierno; y también es “tiempo”, porque en este momento la industria nacional nos ofrece variedades de pastas que, por su alta calidad, realmente parecen caseras. ¡Basta de amasar en domingo! ¿Todavía tiene estacionadas en la heladera las últimas lasañas frescas que aparecieron en el mercado? Cualquiera de estas dos recetas que hoy le acerco le resultarán sabrosísimas y le rendirán un montón.
- Lasañas con espinacas y ricotta
1) Pase por la procesadora o maquina de picar ½ kilo de carne cocida y mézclela con un pote de ricotta (400 gramos), 3 atados de espinacas lavadas, hervidas, exprimidas y finalmente picadas, 2 cebollas picadísimas y rehogadas, 100 gramos de queso rallado y 100 gramos de jamón cocido. (Si el monedero no le alcanza para todos los ingredientes… ¡suprima alguno, menos la ricotta y las espinacas!). Mezcle amasando con las manos y sazone con sal, pimienta y nuez moscada.
2) Hierva por tandas un paquete de lasañas en abundante agua con sal. Apenas estén traslucidas, escúrralas y sumérjalas en agua fría para que no se pegoteen.
3) Arme la fuente así: Bastante manteca y queso rallado. Luego: una capa de lasañas, otra de relleno, otra de lasañas, etc., hasta terminar con las lasañas.
4) Cubra con salsa blanca, espolvoree con queso, rocíe con manteca y gratine. Al servir, chorree cada porción con una cucharada de pomarola.
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