Ingredientes
Batido para
bizcochuelo hecho con:
6 huevos
1 y ½ de taza de azúcar
Jugo de limón, 2 cucharadas
Harina, ¾ de taza tamizada con ¼ de taza de fécula
de maíz
Sal, un poquitito así
Relleno
Chocolate, 150 gramos
Yemas, 4
Crema de leche, 100 gramos
Azúcar, 2/3 de taza
Manteca, 300 gramos
Café instantáneo, 1 cucharadita
Varios
Azúcar, ¾ de taza
Nueces molidas finito (licuadas… ¡bah!), 150 gramos
Preparación
1. Prepare el batido de bizcochuelo con los
ingredientes indicados.
2. Forre el fondo de un molde de 22 cm con un disco
de papel manteca. Enmanteque y enharínelo bien.
3. Vierta en el molde unas cucharadas del batido de
bizcochuelo, como si quisiera hacer un “pionono” redondo… Cocínelo en horno
bien caliente, hasta que se dore. Desmóldelo sobre una rejilla y, con la misma
técnica, siga haciendo todos los “pio-redondos” que le salgan (no los encime,
please…). El ideal es lograr hacer 7 u 8 discos.
Crema
1. Corte el chocolate en trocitos y derrítalo a baño
María.
2. Aparte, en una cacerolita, bata las yemas junto
con el azúcar y la crema. Mézclele el chocolate que derritió anteriormente.
3. Revuelva el “pasticcio” continuamente sobre el
fuego hasta que la mezcla espese, pero sin que llegue a hervir (¡si hierve, se corta!).
Retire del fuego y vuelque en un bol.
4. Aparte, en otro bol (¡ojala tenga un marido como
Carlos, que me ayuda a lavar los cacharros cuando ve que ya llegan al techo!),
bata la manteca con el café instantáneo, hasta obtenerla bien cremosa.
5. Incorpórele de a poco la crema de chocolate fría,
mientras continúa batiendo hasta incorporarla toda. Coloque la crema en la
heladera hasta que tome consistencia como para ser extendida fácilmente.
Armado
1. Separe un disco de bizcochuelo y colóquelo sobre
la mesa (si le quedó el papel adherido… ¡acuérdese de sacárselo!).
2. Ponga los ¾ de taza de azúcar en una sartén,
sobre fuego vivo, y revuelva continuamente hasta que se transforme en un
hermoso caramelo rubio (tirando a bronceado con ojos azules).
3. Vierta inmediatamente el caramelo sobre el centro
del disco, desde cierta altura, y rápidamente trate de extenderlo con una
espátula de metal, a fin de cubrirlo bien en una capa finita y uniforme.
4. Inmediatamente antes de que el caramelo se
endurezca, con la misma espátula (esta vez enmantecada) márquele al caramelo
tantos rayos como porciones quiera que rinda la torta. Déjelo enfriar bien
mientras arma la “Dobos” de este modo:
5. Coloque un disco de bizcochuelo apoyado sobre un
disco de cartón del mismo tamaño.
6. Úntelo con una capa de la crema de chocolate y
tape con otro disco. Siga armando así la torta hasta terminar con un disco de
bizcochuelo (excluído el que bañó con caramelo). Fíjese que quede aún una buena
porción de crema en el bol…
7. Unte los costados de la torta con un poco de la
crema restante, sostenga la torta entre ambas manos y haga rodar los costados
sobre las nueces molidas, a fin de terminar los mismos en forma prolija.
8. Ahora sí (¡ufa!) apoye la torta sobre una fuente
(en posición normal…), úntele la superficie con el resto de crema de chocolate,
y con manos de hada, apoye sobre la misma el disco que decoró con caramelo.
¡Lista la “torta Dobos”! Sólo le resta ingeniarse para estacionarla en la
heladera sin que nadie se entere hasta el momento en que quiera convidar con
ella. ¿Usted cree que podrá?
No hay comentarios:
Publicar un comentario