Acabo de inventar un “budín inglés” totalmente inocuo: ¡sin yemas ni manteca! Y riquísimo… Bata 180 gramos de margarina (sin colesterol) junto con la ralladura de 1 limón y 1 y ¾ de taza de azúcar. Agréguele luego esencia de vainilla y 6 claras sin batir (de a una por vez). Y, finalmente, 2 tazas de harina leudante tamizadas con 1 cucharada de postre (al ras) de polvo para hornear, ½ taza de pasas de uva, una taza de almendras y otra de nueces. Vuelque en dos moldes N° 4 ó 5 bien enmargarinados y enharinados. Y cocínelos en horno moderado hasta que quieran escaparse del molde. Una vez desmoldados y fríos, báñelos con azucarado de limón, o chocolate cobertura (si puede) ¡o nada! Si no los hace hoy, al menos imagínelos: “Es solamente en el cerebro donde tienen lugar los más grandes pecados del mundo…” (Oscar Wilde) ¡Glup!
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