El
15 de agosto es el día de la Virgen. Por lo tanto, es el santo de todas las Marías.
¿Y quién no tiene una abuelita que se llame así? ¿O una tía? ¿O una amiga? ¿O
una muñeca? Y para festejarlo, nada mejor que una torta así de grande que lleve
su nombre estampado en… ¡chocolate!
1. Bate 200 gramos de manteca (o
margarina) con 200 gramos de azúcar, como lo has hecho siempre: hasta que el
brazo te duela y todo esté convertido en una crema lisita.
2. Entonces, agregále todo esto: 5 huevos
enteros (incorporados de a uno por vez, y batiendo muy bien después de cada
agregado para que la crema vuelva a quedar lisita); 1 copita de coñac (o
cualquier otra bebida que “pique”); 1 taza de fruta abrillantada cortada en
trocitos; 1 taza de nueces partidas; 1 cucharadita de esencia de vainilla y 400
gramos de harina leudante (esa que ya venden mezclada con polvo para hornear).
3. Una vez bien mezclado todo, vierte en
un molde enmantecado y enharinado y cocina en el horno, a temperatura moderada,
por lo menos durante 1 hora y media. (Para ver si está cocida, clávale un
cuchillito: si sale limpio, sin pasta adherida, ya está; si no, déjala unos
minutos más). Entonces, pídele auxilio a mamá para sacarla del horno y
desmoldarla sobre una rejilla para que se enfríe. Entonces…
4. … prepara los elementos para
decorarla. Para esto, toma una hoja de papel resistente o cartulina, dibuja
bien grueso el nombre, la leyenda o el dibujo que quieras hacer y, con santa
paciencia (la paciencia de una María), recorta prolijamente el dibujo, a fin de
obtener una figura calada. Después…
5.
… coloca la torta en una fuente y cubre la superficie con una capa
gruesa de azúcar impalpable tamizada con un colador de alambre.
6. Apoya sobre el azúcar impalpable la
cartulina calada y cubre la parte calada con chocolate rallado finito o cacao
en polvo.
7. Levanta con mucho cuidado la
cartulina, sin borronear lo escrito…, ¡y lista la decoración!
8. ¿Sabías que con este mismo sistema
puedes decorar una torta con figuritas divertidas? ¡Ah!..., no olvides que el
toque final es ponerle un poquito de azúcar impalpable en el centro de las dos
aes de María, para que se lea mejor. Otra cosa: decora la base de la torta con
flores de verdad.
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