¿Qué menos pueden costar estos buñuelitos de manzana? Ponga en un bol ¼ de taza de harina, 1 cucharada de vinagre y 1 yema. Bata mientras agrega de a poquito agua, hasta obtener un engrudo pesado pero “lisito”. Entonces incorpórele la clara batida a nieve… y ¡lista la pasta! Pele entonces una manzana, córtela en gajos, azucárelos, báñelos de a uno por vez en la pasta preparada y, a medida que lo haga, fríalos en abundante aceite bien caliente, hasta dorar de ambos lados. Una vez escurridos, revuélquelos por azúcar molido y sirva enseguida. ¡No todos los buñuelos son tan sequitos y ricos como estos!... (“No hay padre ni madre a quienes sus hijos les parezcan feos…”, Cervantes.)
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