Con este nombre encontré la receta de unas bolitas de nueces
deliciosas hechas sin huevo. También se las conoce con el nombre de tortitas de
bodas mejicanas. Fáciles, deliciosas... ¡y pocas! Si piensa que le pedirán
segunda vuelta, queda en libertad de doblar las cantidades.
Lo que llevan
Manteca blanda, ½ taza
Azúcar impalpable
tamizada, ¼ de taza
Harina, 1 taza y una
cucharadita extra
Esencia de vainilla, 1
cucharadita
Sal, apenitas
Nueces, ½ taza
Varios
Azúcar impalpable, cantidad extra para
espolvorear
Paso
1 (1 minuto)
¿Ya se puso el delantal? Comencemos con
la receta. Ponga la ½ taza de manteca blanda, es decir a temperatura ambiente,
en un bol. Agréguele el ¼ de taza de azúcar impalpable previamente tamizada y
la cucharadita de esencia de vainilla. Bata muy bien con espátula o con cuchara
de madera hasta mezclar ambos ingredientes.
Paso
2 (3 minutos)
Triture las nueces indicadas en los
ingredientes con el palote de amasar, hasta partirlas en trocitos pequeños. Las
vamos a usar bastante molidas para que se integren mejor a la masa. Colóquelas
en el bol donde está la manteca batida con el azúcar impalpable y la esencia de
vainilla. Agrégueles la harina previamente tamizada con sal.
Paso
3 (8 minutos)
Una todos los ingredientes con las manos
sin ningún agregado hasta obtener un bollo compacto, pesadote como un discurso
presidencial. Tenga preparada una asadera o placa para horno forrada con papel
blanco absorbente (puede ser el habitual papel de cocina o bien… ¡hojas comunes
de fax, si son las que tiene a mano). Y sígame los pasos.
Paso
4 (13 minutos)
Moldee la masa en forma de bolitas,
tomando pequeñas porciones y presionándolas bien para darles la forma indicada.
Téngame fe y verá que buenas masitas resultan para acompañar el té o el café. A
medida que moldea las bolitas colóquelas, algo espaciadas entre sí (para que no
se peguen al cocinarse), sobre las placas forradas con papel blanco.
Paso
5 (25 minutos)
Cocínelas en horno caliente de 10 a 12
minutos, aproximadamente, hasta que amenacen con ponerse rubias (no deben
dorarse). Retire la placa del horno y ahogue las masitas cubriéndolas –
mientras están calientes – con azúcar impalpable tamizada. Déjelas enfriar en
la placa. Recién entonces proceda a despegarlas cuidadosamente.
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