Aparentemente son unas simples milanesitas de pollo... Pero el secreto está en su original empanado. Esta vez, nada de huevo batido ni de pan rallado... A cambio de esos ingredientes utilizamos... ¡nueces trituradas y queso rallado! Quedan crocantes y sobrosísimas. Para lucirse.
Lo que llevan
supremas de pollo 4 (DE TAMAÑO RESPETABLE)
sal y pimienta negra (o blanca) recién molida A GUSTO
manteca derretida 70 GRAMOS
nueces 1 TAZA
queso rallado ½ TAZA
Varios
zanahorias medianas y tiernas 3
jugo de naranja ½ TAZA
manteca 50 GRAMOS
azúcar 2 CUCHARADAS
miel 2 CUCHARADAS
sal, pimienta y salsa inglesa A GUSTO
sal y pimienta negra (o blanca) recién molida A GUSTO
manteca derretida 70 GRAMOS
nueces 1 TAZA
queso rallado ½ TAZA
Varios
zanahorias medianas y tiernas 3
jugo de naranja ½ TAZA
manteca 50 GRAMOS
azúcar 2 CUCHARADAS
miel 2 CUCHARADAS
sal, pimienta y salsa inglesa A GUSTO
Cómo se hacen
PASO 1 (5 MINUTOS)
Coloque los 70 gramos de manteca en una sartencita y llévela a fuego suave hasta que se derrita. Haga girar la sartén para que la manteca no se queme. Triture las nueces lo más finamente que pueda: colóquelas sobre una tabla de picar y páseles por encima el palote de amasar. Ponga las nueces en un bol, mézcleles el queso rallado y reserve.
Coloque los 70 gramos de manteca en una sartencita y llévela a fuego suave hasta que se derrita. Haga girar la sartén para que la manteca no se queme. Triture las nueces lo más finamente que pueda: colóquelas sobre una tabla de picar y páseles por encima el palote de amasar. Ponga las nueces en un bol, mézcleles el queso rallado y reserve.
PASO 2 (10 MINUTOS)
Quíteles la piel a las supremas y deseche nervios, grasita y todo indeseable que encuentre (separe las pechuguitas colgantes y resérvelas para preparar otra comida en otra ocasión...). Corte cada suprema por la mitad a lo largo, a fin de obtener, en total, 8 milanesas de pollo. Lávelas, séquelas y sazónelas a gusto con sal y pimienta recién molida.
Quíteles la piel a las supremas y deseche nervios, grasita y todo indeseable que encuentre (separe las pechuguitas colgantes y resérvelas para preparar otra comida en otra ocasión...). Corte cada suprema por la mitad a lo largo, a fin de obtener, en total, 8 milanesas de pollo. Lávelas, séquelas y sazónelas a gusto con sal y pimienta recién molida.
PASO 3 (15 MINUTOS)
Coloque en una fuente plana las nueces trituradas y el queso rallado. Mezcle bien ambos ingredientes. Tome un trozo de pechuga y píntelo de ambos lados con la manteca derretida. Enseguida rebócela de ambos lados en la mezcla de queso y nueces, presionando para que adhiera el rebozo, como si estuviera haciendo milanesas comunes.
Coloque en una fuente plana las nueces trituradas y el queso rallado. Mezcle bien ambos ingredientes. Tome un trozo de pechuga y píntelo de ambos lados con la manteca derretida. Enseguida rebócela de ambos lados en la mezcla de queso y nueces, presionando para que adhiera el rebozo, como si estuviera haciendo milanesas comunes.
PASO 4 (35 MINUTOS)
Enmanteque generosamente una placa para horno y acomode en ella las milanesas de pollo. Cocínelas en horno caliente 10 minutos. Délas vuelta cuidadosamente con una espátula y vuelva a ponerlas en el horno entre 5 y 7 minutos, para dorarlas del otro lado y terminar la cocción. Mientras tanto, vaya preparando la guarnición de zanahorias.
Enmanteque generosamente una placa para horno y acomode en ella las milanesas de pollo. Cocínelas en horno caliente 10 minutos. Délas vuelta cuidadosamente con una espátula y vuelva a ponerlas en el horno entre 5 y 7 minutos, para dorarlas del otro lado y terminar la cocción. Mientras tanto, vaya preparando la guarnición de zanahorias.
PASO 5 (55 MINUTOS)
Raspe las zanahorias y córtelas en rodajas finas. Hierva las rodajas en abundante agua con sal hasta que estén tiernas, pero no desechas. Escúrralas. Colóquelas en una cacerola limpia y agrégueles la miel, la manteca, el jugo de naranjas, el azúcar y la salsa inglesa. Sazone con sal y pimienta. Deje hervir despacito hasta glasearlas bien.
Raspe las zanahorias y córtelas en rodajas finas. Hierva las rodajas en abundante agua con sal hasta que estén tiernas, pero no desechas. Escúrralas. Colóquelas en una cacerola limpia y agrégueles la miel, la manteca, el jugo de naranjas, el azúcar y la salsa inglesa. Sazone con sal y pimienta. Deje hervir despacito hasta glasearlas bien.
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