Redescubrimos una sabrosísima receta napolitana
Una vez (o dos, o tres…) escribió Emil Ludwig: “Desde la más remota antigüedad los políticos y conquistadores eran maestros en inventar nombres bonitos para despojar al pueblo”. Yo no soy ni política ni conquistadora (tampoco napolitana…). Pero lo cierto es que esta especialidad de la cocina campesina, si bien no tiene un nombre bonito, al menos tiene poder de saciedad para los tiempos que corren. Y, por añadidura, es un plato sabrosísimo. ¿Hay razón más valedera para dársela hoy?...
INGREDIENTES
(para 2 calzoni, así de medianos…)
MASA
Harina, 2 tazas
Sal, 1 cucharadita (tamaño café)
Levadura prensada, 25 gramos
Leche tibia, 1 taza
RELLENO
Ricotta, 500 gramos
Queso rallado, 100 gramos
Jamón cocido, cortado en daditos, 150 gramos
Longaniza, cortada en rodajas finitas y sin piel, una taza
Huevos, 2
Albahaca, picadísima, fresca, 1 cucharada (si es seca: 1 cucharadita)
PREPARACION
MASA
- Disuelva la levadura en la leche tibia y agréguele la sal y la harina. Forme un bollo y castíguelo sobre la mesa hasta lograr una masa lisita y elástica. Póngala a leudar apoyando el bol en la boca de una cacerola llena hasta la mitad con agua caliente.
RELLENO
- Mezcle todos los ingredientes (no olvidar la albahaca).
ARMADO Y COCCION
- Una vez leudada la masa, divídala en dos partes y estire cada una en forma circular, dejándola de ½ cm de espesor.
- Apoye un disco de masa en un plato sopero enharinado, coloque en el centro la mitad del relleno y doble los bordes sobre el mismo, encimándolos. Traslade el envoltorio a una placa enmantecada y enharinada. Del mismo modo haga el otro engendro.
- Cocínelos en horno caliente hasta que estén sequitos.
- Píntelos con huevo batido y termínelos de dorar.
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