Desde la invención de la ensalada de tomate, cebolla y lechuga hasta hoy, la imaginación de las cocineras ha trabajado a 40°. Y ya no nos sorprenden las fórmulas donde un apetecible camarón se codea con un gajo de naranja; o una punta de espárrago con un palito de Gruyère. El arte está en saber presentarle los ingredientes de un modo tentador y acompañarlos con el aderezo que corresponda. Pero… por más que a usted y a mí nos guste… ¿está segura que todos guardan memoria del sabor del aceite de oliva? ¿O cree, como Chesterfield, que “Si no estás a la moda es como si nadie fueres”.
- Ensalada de naranja y espárragos
INGREDIENTES
Puntas de espárragos, cocidas, 2 atados (elegir preferentemente espárragos blancos)
Naranjas “peladas a vivo” (sin hollejos), 4
Queso tipo Gruyère, cortado en bastoncitos, 250 gramos
Hojas tiernas de lechuga o espinacas crudas, para adornar los platos (¡y de paso, comerlas también!...)
ADEREZO
Crema de leche, 150 gramos
Jugo de limón, 2 cucharadas
Azúcar impalpable, 1 cucharadita
Sal y pimienta, a gusto
Perejil picadísimo, 1 cucharada
PREPARACION
- Distribuya en cada plato 3 ó 4 hojas de lechuga bien lavaditas y escurridas (u hojas crudas de espinacas).
- Sobre este lecho distribuya lo más artísticamente posible (¿usted cree?...) puntas de espárragos, bastoncitos de Gruyère y gajitos de naranja. (Si quiere, salpique con algunas ramitas de perejil. Pero – entre nosotras - ¿quién se las va a comer?).
- Sirva aparte el aderezo, bien condimentado para que cada comensal haga uso (o abuso); y, aparte también, en un bol con semillitas de apio o de sésamo o de amapola, por si entre los invitados hay algún snob que se atreva.
Aderezo: mezcle todos los ingredientes y sazonelos a gusto.
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