Aprender a comer prescindiendo de la harina de trigo, cebada, avena y centeno, puede convertirse en un excelente ejercicio para la creatividad. ¡Nada de poner cara de tragedia! Sin gluten también podemos lucirnos haciendo cosas ricas.
1) Mezcle 2 cucharadas de ricotta con 2 cucharadas de azúcar, 2 yemas, 2 claras batidas a nieve con ½ cucharadita de cremor tártaro.
2) Vuelque la espuma obtenida en un molde de 20 cm para bizcochuelo, previamente forrado con un disco de papel para cocinar enmantecado.
3) Cocine en horno moderado, hasta que la preparación se note firme. No la desmolde.
4) Ahora tamice ½ kilo de ricotta, ½ taza de azúcar, mézclele 4 cucharadas de manteca derretida, ralladura y jugo de 1 limón, 100 gramos de crema de leche, 1 cucharadita de almidón de maíz, 2 yemas y 2 claras batidas a nieve.
5) Vierta esta preparación sobre la que ya está cocida en el molde y vuelva a poner éste en el horno moderado, hasta que el relleno de ricotta esté firme.
6) Retire, entibie y desmolde directamente sobre una fuente. Enfríe bien.
7) Cubra la superficie de la torta enteramente con frutillas enteras y abrillántelas con mermelada reducida. Sirva bien fría con crema chantilly.
Nota: si no consigue frutillas remplácelas por cerezas, o tajaditas de duraznos, o uvas sin semillas o ananás al natural…
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