1) Ponga en una cacerolita 1 pocillito de aceite (tamaño café), 2 pocillitos de leche y 2 pocillitos de agua.
2) Agrégueles 1 cucharadita de sal y haga hervir. Entibie.
3) Incorpórele de golpe 7 pocillitos de harina leudante y revuelva todo con un tenedor, rápidamente, hasta unir todo en un bollo blando (si hiciera falta agregue un poco más de harina).
4) Haga con ella lo que quiera y cocínela en horno bien caliente.
5) Si quiere ensayar la cuarta parte para hacer palitos de queso le cuento como los hice yo: una vez hecha la masa la estiré bien finita (recuerde que debe estar muy tierna) la espolvoreé con sal, pimienta y una capa de queso rallado, la doblé, repetí la operación anterior y finalmente estiré y corté en tiras iguales.
6) Acomode los palitos de masa en una placa enmantecada, pínchelos con un tenedor y cocínelos hasta que estén suavemente dorados y crujientes. Valía la pena hacer la prueba… ¿no?
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