1. Midan igual cantidad de harina, de ricotta y de manteca o margarina.
Por ejemplo: 100g de harina, 100g de ricotta y 100g de manteca.
2. Pongan todo en un bol, agréguenle un poquito de sal y una
cucharadita de jugo de limón. Aplasten con un tenedor, como si hicieran puré,
hasta que todo se una y quede hecho un bollo de masa. (Se usa tenedor en vez de
las manos, para que la manteca no se ablande).
3. Coloquen el bollo de masa en un plato y pónganlo a enfriar en la heladera
hasta que esté bien duro (tápenlo con una servilleta). Y si no tienen ganas de
seguir trabajando, mejor: esta masa puede guardarse hasta el día siguiente.
4. Saquen la masa de la heladera y estírenla sobre la mesa enharinada
con palote enharinado. Debe quedar muy fina y en forma rectangular.
5. Corten la masa en cuadrados y divídanlos en triángulos, cortándolos por
la diagonal.
6. Coloquen en la base de cada triangulo un poquito de dulce de
membrillo, de batata o del que se les ocurra.
7. Arrollen cada triangulo desde la base hacia el vértice.
8. Arqueen las puntas de cada rollito para darles forma de medialunas.
Coloquen todas las medialunas en una placa apenas enmantecada y enharinada, y
cocinen en horno caliente hasta que estén doraditas como para tomar el café con
leche.
Gracias, Omarcitus!
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