Bolitas de masa frita mezcladas con miel forman una suerte de rosca crocante y dulce. Al desmoldarla, se salpica con grageas de colores y se corta en porciones, como un turrón.
Ingredientes
Huevos, 2
Harina común, cantidad necesaria
Miel, 1 y ½ taza
Grageas de colores, para espolvorear
Aceite, cantidad necesaria, para freír
Varios
Un molde en forma de anillo
Preparación
- Bata los huevos hasta que estén bien espumosos y espesitos. Agrégueles de a poco la harina que absorban, mientras mezcla hasta obtener una masa tierna, que no se pegotee.
- Vuelque la masa sobre la mesa enharinada y termine de unirla agregándole o no un poquito más de harina hasta obtenerla lisa y suave.
- Tome pequeñas porciones de la masa y amáselas sobre la mesa enharinada, dándole forma de cordón, como si fuera a hacer ñoquis para liliputienses (usted me entiende…).
- Corte las tiritas de masa en porciones chiquitas, como garbanzos. Trabaje y recorte así toda la masa. Amásela de inmediato para evitar que se seque.
- Caliente abundante aceite en una sartén y fría por tandas los “ñoquicitos”, sin encimarlos, hasta que estén suavemente dorados. ¿Vio cómo se inflan? ¡Parecen garbanzos!... Escúrralos sobre papel absorbente y siga haciendo más.
- Coloque la miel en una cacerolita y póngala sobre fuego fuerte, revolviendo de vez en cuando con cuchara de madera hasta que tome punto de “bolita blanda”.
- Ponga los “ñoquicitos” fritos en una fuente honda, vierta sobre ellos la miel hirviente y mezcle enseguida con cuchara de madera para aglutinarlos bien.
- Vierta el “pasticcio” que se formo con las bolitas de masa en un molde en forma de anillo, bien enmantecado.
- Presione la mezcla (sin quemarse los deditos) para que se adapte a la forma del molde. Deje enfriar muy bien.
- Desmolde, salpique con grageas de colores… ¡y serrúchelo como si estuviera cortando un turrón! Puede reemplazar las grageas por almendras fileteadas o maníes picados.
Secreto I:
- Tenga en cuenta el tamaño de los “ñoquis”: Estos deben ser pequeños como un garbanzo o, inclusive, como una arveja. Como son tan pequeños, al freírlos se hinchan y eso determina que queden bien crocantes.
Secreto II:
- Esta es una golosina tradicional de la cocina regional italiana. Se sirve fría. Es el equivalente a un turrón, hecho en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario