Preparación:
Derrita
una tableta de chocolate de 150 g con 100 g de manteca a bañomaría. Aparte, bata 1 taza (tamaño
desayuno) de azúcar con 2 huevos, hasta que haga globitos. Mézclele, batiendo
siempre: el chocolate derretido, ½ taza de crema de leche, ½ taza de almendras
peladas y licuadas con su piel marrón y casi ½ taza de harina. Así las cosas,
vuelque el “pasticchio” en una asaderita enmantecada y enharinada, de modo que
la mezcla quede de 3 cm (más o menos…). Cocine en horno bien caliente ¡hasta
que la superficie quede “craquelé” y, al clavarle el cuchillito, se note firme pero húmeda! Retire entonces la
fuente del horno y deje entibiar en el molde. Corte en tiras y divida a estas
en cuadrados: ¡la locura! Si algún cuadradito amenazara con deformarse,
¡mientras esté tibio dele unos cachetazos y
asunto terminado!
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