Blanca Cotta sonríe: "Sólo me sentí
discriminada en la escuela, por ser la más baja de la fila. Y nunca fui
abanderada". Se inició en el humor gráfico, fue periodista de revistas,
diarios y televisión, y eligió
la cocina como
especialidad, hasta ser la más seguida por el público argentino. Asegura
que en su larga carrera nunca sufrió discriminación alguna. Pero cuando le
preguntamos si Carlos, su marido, lava los platos si ella está ocupada,
contesta: "En estas cuestiones yo soy machista. No me gusta que lave platos,
tienda camas ni ninguna otra tarea doméstica. Pero le gusta cocinar y las
empanadas le salen más ricas que a mí."
No hay comentarios:
Publicar un comentario