A veces hay ingredientes que uno quisiera incorporar en la dieta y no sabe cómo, porque su uso no está muy promocionado. Yo inventé unas galletas así de finitas que, si bien no van a pasar a la historia, le vendrán de perillas para matear en el presente:
· Galletas de germen de trigo
(una docenita, nomas, para probar…)
1) Mezcle 3 cucharadas de germen de trigo con 3 cucharadas de harina leudante, un poquito de sal y 2 cucharadas de aceite.
2) Agregue leche de a poquito, hasta unir todo en una masa pesadota.
3) Estírela re-finita sobre la mesa enharinada, corte en discos de tamaño tal que alcancen para convidar, colóquelos sobre placas enmantecadas y pínchelos con un tenedor.
4) Cocine las galletas en horno caliente, hasta que estén sequitas y apenas doradas. Si quiere, puede darlas vuelta una vez durante la cocción. ¿Vio qué simples y qué ricas? ¡Crunch! ¡Glup! ¡Crunch!
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