Ya mismo le enseño a Tito, de San Miguel, la receta de la sopa paraguaya (a mi manera…) que me pidió ese día (la de los “chipás”
la he publicado cientos de veces). Remoje 125 g de harina de maíz
impalpable (“semita”) en ½ taza de agua tibia. Deje que se hinche (la
“semita”, se entiende…) y entonces bátala con 2 huevos, 2 cucharaditas
de sal, 2 cebollas picadas y rehogadas en manteca (sin dorar) y 150 g de
queso fresco en trocitos. Vierta en una pizzera mediana bien aceitada…
¡y cocine en horno caliente, como si fuera una tarta, hasta que esté
bien doradita! ¡Glup!
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