Se trata de una masa de miel que no se deforma durante la cocción. Con ella podrá hacer los tradicionales corazones, símbolo de buenos augurios, o figuras festivas de diversas formas y luego decorarlas con glasé de diferentes colores. ¡A festejar la Navidad con masitas caseras!
Lo que llevan
miel. ½ TAZA
azúcar negra. ½ TAZA
manteca blanda. 50 GRAMOS
harina. 1 TAZA Y ¾
bicarbonato de sodio. 1 CUCHARADITA AL RAS
agua. APENITAS (SOLO SI FUERA NECESARIO)
yema. 1
miel. ½ TAZA
azúcar negra. ½ TAZA
manteca blanda. 50 GRAMOS
harina. 1 TAZA Y ¾
bicarbonato de sodio. 1 CUCHARADITA AL RAS
agua. APENITAS (SOLO SI FUERA NECESARIO)
yema. 1
Varios
glasé real. A GUSTO (PARA DECORAR LAS GALLETITAS)
colorante vegetal de diferentes colores. UNAS GOTAS DE CADA UNO
placas enmantecadas y enharinadas. LAS QUE TENGA
Coloque la media taza de azúcar negra en un bol limpio y amplio. Agréguele la miel indicada y mezcle bien ambos ingredientes con un tenedor o batidor de mano. Agregue la yema y vuelva a batir. Debe obtener una preparación cremosa y homogénea. Reserve la mezcla hasta utilizar, mientras preparamos el resto de los ingredientes. Sígame los pasos...
En un bol aparte, bata la manteca hasta dejarla bien cremosa. Para no gastar energía extra, le conviene retirar la manteca del frío un rato antes para que tome temperatura ambiente y el batido resulte más sencillo. Incorpore de a poco la mezcla del paso anterior al batido de manteca, mientras continúa batiendo hasta incorporarla en su totalidad.
Tamice la harina con el bicarbonato de sodio pasándolos por un colador de malla fina. Una lo tamizado al batido de manteca y mezcle tratando de unir todo en un bollo. No se aflija si la masa está demasiado blanda... Envuélvala en una bolsita de naylon o papel film y estaciónela en la heladera hasta que tome consistencia para ser estirada.
Cuando la masa tome la firmeza necesaria, retírela de la heladera y estírela por partes sobre la mesa enharinada (y con el palote ídem), dejándola de 1/2 centímetro de espesor.
Despéguela de la mesa utilizando una espátula y luego recórtela en forma de corazones con moldes especiales o, con un cuchillo, siguiendo el perímetros de una plantilla de cartulina.
Levante los corazones con una espátula y distribúyalos sobre placas enmantecadas y enharinadas. Cocínelos en horno precalentado hasta que se noten sequitos, pero sin dorar (cuidado: a medida que el horno se calienta el tiempo de cocción se acorta). Retírelos con espátula y déjelos enfriar sobre una superficie plana. Una vez fríos decórelos con glasé real.
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