Una tradicional salsa de queso y cerveza
Si usted aprendió alguna vez ingles básico (o “vitalicio” con Graciela Giordano) sabrá que “rabbit” significa “conejo”. Y que “Welsh” significa “galés”. Y que “Welsh rarebit” sólo podrá encontrarlo en un diccionario de cocina: “especie de salsa de queso puesta sobre tostadas”. Vale decir que cuando se lo sirvan… ¡no encontrará ni a un conejo ni a un galés!
Pero como usted lo sabe mejor que yo (y Esopo y Lafontaine también), donde falta información (o existen erratas de imprenta) surge la fábula…
Y yo me quedo con esta: en cierta zona campesina de Gales era muy común que los días domingo las mujeres descansaran de la cocina; y los hombres madrugaran y partieran con sus escopetas para cazar algunos conejos que, según cuenta la leyenda, eran plaga. Si usted es “hombre lector”, lo entenderá muy bien: ¡al cazador le gusta cocinar la pieza que cobra! Pero… resulta que la mayoría de las veces los galeses regresaban a la casa con las manos vacías, una bronca tremenda y un hambre ilimitada. Entonces sus señoras, conocedoras del malhumor de sus maridos, en lugar de gritarles a lo argentino: “¿Y AHORA, INUTIL, QUE COMEMOS?”… astutísimas corrían a la cocina entonando una vieja canción (por supuesto que galesa también), y con un poco de cerveza y otro poco de queso, más el condimento que encontraban, en pocos segundos preparaban una salsa espesota que, servida sobre tostadas así de grandes, dejaban a los hombres re-pipones… ¡cómo si hubieran comido toda una familia conejín!
¿Ahora quiere saber mi opinión?... Llámese “Welsh rabbit” o “Welsh rarebit”, lo cierto es que este simple plato debe de haber sido el pariente más cercano de la fondue, antes que los artesanos del cobre, la plata y el acero inventaran esas ollitas con mango, calentador y tenedores largos que MARTA BEINES llama, sin ninguna malicia, caquelón. Si usted todavía no pudo comprársela… ¡olvídese de la fondue (que es una fórmula totalmente distinta, pero al fin y al cabo ¡una salsa de queso!) e invite a compartir una “Welsh rabbit” (si su invitado no es inglés) o un “Welsh rarebit” (si su invitado es inglés, para que no se haga la ilusión de comer conejo) ¡con la seguridad de que igual sonará “paquete” y le costará unas pocas moneditas!
Último consejo: si invita a hombres, elija la receta que lleva cerveza.
Si invita a chicos, adolescentes o abuelas de poca cultura alcohólica, elija las recetas que llevan leche…
Welsh rabbit
INGREDIENTES
Queso Cheddar, rallado 400 gramos (o “tipo” Cheddar… ¡bah!)
Manteca, 1 cucharada
Yemas, 3
Cerveza blanca, 150 gramos
Mostaza en polvo (¡sí que la hay!), 2 cucharaditas
Salsa de soja, 1 cucharadita
Salsa tabasco (picante) 1 ó 2 gotas (¿va a comprar un frasco para tan poco?)
Tostadas de pan lácteo, livianas, 4
PREPARACION
- Derrita la manteca en una sartén, a baño de María.
- Agregue el queso rallado y cocine revolviendo continuamente sobre fuego suave (LA SUAVIDAD DEL FUEGO ES EL SECRETO FUNDAMENTAL DE ESTA ESPECIALIDAD); y revuelva con cuchara de madera hasta que el queso esté fundido.
- Mezcle las yemas con la cerveza.
- Agregue poquito a poquito esta mezcla al queso fundido, mientras sigue revolviendo sin cesar, como si, distraída, creyera que está haciendo mayonesa.
- Finalmente, condimente con la mostaza, la salsa de soja y el tabasco.
- Continué revolviendo hasta que la salsa se ligue y espese bien.
- Ponga una tostada caliente en cada plato y vierta sobre cada una ¼ parte de la salsa.
- Ponga cara de galesa y sirva con ensalada.
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