Un clásico de los ‘40
Las
albóndigas con arvejas y una salsa
sabrosa se convierten en el complemento ideal de cualquier plato de pastas o
arroz. Con papas al natural también son riquísimas.
Ingredientes
Arvejas peladas, ½ kilo
Carne picada, 750 gramos
Miga de pan remojada en leche, exprimida
y picada, 5 cucharadas
Ajo, 2 dientes (picados muy fino)
Perejil picado, 1 cucharada
Huevos, 2 (ligeramente batidos)
Sal y pimienta a gusto
Harina, cantidad necesaria
Aceite, 4 cucharadas y cantidad extra
para freír
Cebolla picada, 3 cucharadas
Ají picado, 1
Tomates pelados, sin semillas y picados,
3
Caldo, ½ taza
1. Hierva las arvejas. Escúrralas y reserve.
2. Ponga la carne en un bol, agregue la miga de pan, el ajo, el perejil
y los huevos. Sazone y mezcle. Forme las albóndigas, páselas por harina y
fríalas en aceite hasta dorarlas. Escurra y reserve.
3. En otra cacerola ponga 4 cucharadas de aceite y rehogue la cebolla y
el ají picados. Añada los tomates, deje rehogar unos instantes e incorpore las
albóndigas.
4. Agregue la media taza de caldo. Tape la cacerola y deje hervir
despacito hasta que las albóndigas estén cocidas y la salsa espesita. Pruebe y
rectifique – o no – el sazonamiento de la salsa.
5. Mézclele las arvejas, caliente bien y sirva acompañando a gusto con arroz
o papas fritas.
Una
costumbre de antaño era añadir pasas de uva y aceitunas a las albóndigas para
hacerlas aún más sabrosas. Y la costumbre se convirtió en herencia familiar…
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